Quizá más retos siguen para Gran Bretaña tras el Brexit

Más de tres años y medio después de que el pueblo británico votara para abandonar la Unión Europea, el Brexit se llevó a cabo oficialmente este viernes a las 23:00 horas GMT.

Miles de británicos presenciaron este momento histórico en la plaza del Parlamento. Algunos aplaudieron y otros lanzaron un suspiro desesperado, lo que indicó que la ruptura social del Reino Unido causada por el Brexit no ha finalizado a pesar de la definitiva separación de la UE. Aunque el primer ministro británico Boris Johnson ha anunciado que se abrirá “una nueva era de prosperidad", aún existen muchas incertidumbres generadas por los cambios en la relación británico-europea y geopolítica que siguen causando inquietud a las personas.

El Reino Unido se adhirió a la Comunidad Económica Europea a principios de 1973 y 47 años después salió de la UE. La BBC comentó que, como el primer Estado miembro en retirarse de la Unión Europea, la salida de Gran Bretaña puede ser el cambio geopolítico más significativo después de la Guerra Fría en Europa. La canciller alemana Angela Merkel no pudo ocultar su malestar, diciendo que el Brexit ha dejado "una herida profunda a Alemania y la UE”.

En la última década, bajo influencias de factores internos y externos, Europa se vio obligada a desacelerar sus pasos de integración. En muchos países de Europa occidental, la contradicción entre la presión de recesión económica y el sistema de bienestar es prominente. La crisis de la deuda europea ha intensificado el conflicto de intereses entre los países europeos del norte y del sur, y la tendencia populista provocada por la crisis de refugiados ha ampliado la brecha entre el bloque oriental y el occidental. Mientras tanto, la alianza entre Estados Unidos y Europa está atravesando pruebas sin precedentes.

Tantos desafíos que enfrenta la UE hace que el Euroescepticismo prevalezca en la sociedad británica. El proceso del Brexit lleno de vueltas y revueltas en más de tres años, apretó una y otra vez los nervios del viejo continente, lo que ha intensificado las diferencias dentro de la UE. A muchas personas les preocupa que el próximo paso tenga un efecto dominó que podría caerse en cualquier momento por el Brexit.

El presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió el 31 de enero que el Brexit del Reino Unido es un golpe para la UE y una "alerta histórica". Exhortó a los europeos a construir una UE más fuerte y eficiente y dijo que es imperativo avanzar en las reformas. Pero para resolver las diferencias internas y continuar con la integración europea, la acción es la clave.

Económicamente, la salida del Reino Unido obligará a la UE a reajustar la configuración de intereses entre todas las partes. Por un lado, el costo del comercio entre el Reino Unido y Europa aumentará inevitablemente. También, con el debilitamiento de la posición financiera de Londres, ciudades como París y Frankfurt tendrán oportunidades para fortalecer su influencia económica. Además, después de la salida del Reino Unido, el segundo mayor contribuyente neto al presupuesto de la UE después de Alemania, la UE tendrá una falta de fondos de aproximadamente 10 mil millones de euros cada año. En lo que respecta a los actuales 27 países de la UE, deben resolver cómo incrementar los ingresos y ahorrar los gastos, un proceso que sin duda alguna, requiere una cuidadosa consideración.

Por supuesto, el momento de la despedida a Europa no significa que todo esté resuelto para el Reino Unido. Como señala el Financial Times, "el logro del Brexit es solo el comienzo de trabajos duros".

De la política interna británica, el estado de ánimo de Escocia sobre el Brexit constituye un riesgo muy obvio. A nivel de las relaciones exteriores, cómo reconfigurar las relaciones bilaterales con Europa es un reto. Según el acuerdo, las dos partes tienen un período de transición de 11 meses, que finalizará el 31 de diciembre de este año. Durante ese período, el Reino Unido y Europa desplegarán negociaciones sobre las relaciones futuras, de las cuales la conclusión de un acuerdo de libre comercio serán la prioridad.

El Reino Unido debe encontrar su nueva posición fijando nuevas coordenadas. Se ha hecho público que aún en el proceso del Bexit, el Reino Unido ya firmó un acuerdo de libre comercio con Corea del Sur, mientras trabajaban en consultas similares con Estados Unidos y otros países occidentales. Recientemente, el Reino Unido organizó la Cumbre de Inversión Reino Unido-África, con intenciones claras de ampliar oportunidades en los mercados exteriores. Además, la parte británica está ansiosa por iniciar negociaciones bilaterales de TLC con China lo antes posible. Claramente, impulsar las negociaciones comerciales será una de las prioridades del trabajo de Boris Johnson para este año.

¿El Brexit traerá "una nueva vida" al Reino Unido? ¿Qué impactos a largo plazo llevará para el mundo? Quizás solo nuestras generaciones futuras sean capaces de dar la respuesta.