La grosera interferencia en los asuntos internos de China será en vano

El Senado de los Estados Unidos aprobó el martes pasado la llamada "Declaración de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong 2019" propuesta por algunos miembros para confundir lo correcto y lo incorrecto, revertir el blanco y el negro, jugar con doble estándar, apoyar abiertamente a los criminales violentos radicales de Hong Kong e interferir groseramente en los asuntos internos de China. La parte china condena enérgicamente y se opone firmemente a esto. Este proyecto de ley norteamericano constituye una grave violación de las normas básicas del derecho internacional y las relaciones internacionales. Ignora las demandas de la opinión pública de todos los sectores de la sociedad de Hong Kong y no tiene ningún efecto. Es nada más un pedazo de papel usado. Algunas personas en los Estados Unidos han hecho todo lo posible por llevar a cabo una "jurisdicción de brazo largo", pero en realidad son en vano.

De acuerdo con la llamada "Declaración de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong 2019", Estados Unidos certificará anualmente la autonomía de Hong Kong para determinar si otorgará un "tratamiento especial" como la Zona Aduanera Independiente de Hong Kong basada en la "Ley de Política de Estados Unidos y Hong Kong de 1992". Esto es realmente irrazonable. Hong Kong es el Hong Kong de China. En los 22 años desde que Hong Kong retornó a China, bajo la política de "un país, dos sistemas" y la ley básica, ha mantenido el estatus de puerto libre y una zona aduanera independiente, y ha participado en organizaciones internacionales y acuerdos comerciales internacionales en nombre de "Hong Kong, China". Ha sido aclamada como "la economía más libre del mundo durante muchos años". Su clasificación es más alta que la de Estados Unidos. ¿Qué derecho tiene Estados Unidos para acreditar a Hong Kong?

Obviamente, esta práctica de los Estados Unidos viola gravemente los principios básicos del derecho internacional moderno y las normas básicas de las relaciones internacionales. De acuerdo con la Declaración de Principios de Derecho Internacional adoptada por la Asamblea General de la ONU en 1970, ningún país o grupo de países tiene derecho a interferir directa o indirectamente en los asuntos internos o exteriores de otros países por ningún motivo. Otras declaraciones internacionales adoptadas por la Asamblea General de la ONU también señalaron que los países tienen la obligación de evitar el uso y la distorsión de las cuestiones de derechos humanos para presionar a otros países. La parte estadounidense recurrió a la llamada "Declaración de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong 2019" para intervenir gravemente en los asuntos internos de China. Es un acto hegemónico y una política de poder que viola la justicia y es impopular.

En la actualidad, los crímenes de violencia radical en Hong Kong continúan escalando, poniendo en peligro seriamente la vida y la propiedad del público, pisoteando seriamente el estado de derecho y el orden social, socavando seriamente la prosperidad y la estabilidad de Hong Kong, y desafiando seriamente el principio de "un país, dos sistemas" con características obvias de terrorismo. Esto ha hecho que más y más personas vean que la situación actual que enfrenta Hong Kong no son las llamadas cuestiones de derechos humanos y democracia, sino la cuestión de detener la violencia, mantener el estado de derecho y restablecer el orden social lo antes posible.

Los asuntos de Hong Kong son puramente asuntos internos de China y deben tratarse dentro del marco de la Constitución de la República Popular China y la Ley Básica de la Región Administrativa Especial de Hong Kong. Ninguna fuerza externa puede interferir. Advertimos a algunas personas de los Estados Unidos que conozcan la situación claramente, respetando la jurisprudencia, viendo la opinión pública, deteniendo de inmediato el apoyo a los crímenes violentos radicales y dejando de usar la cuestión de Hong Kong para interferir en los asuntos internos de China. La determinación del gobierno chino de salvaguardar la soberanía nacional, la seguridad y los intereses de desarrollo es inquebrantable, la determinación de implementar el principio de "un país, dos sistemas" es inquebrantable, y la determinación de oponerse a cualquier interferencia de las fuerzas externas en los asuntos de Hong Kong es inquebrantable. Si la parte estadounidense está dispuesta a seguir su propio camino, China seguramente tomará medidas efectivas para contrarrestarla resueltamente. Cualquier "caos anti-China" seguramente pagará el precio.