China contraatacará tranquila y racionalmente el acoso comercial

En respuesta al anuncio de los EE. UU. de que impondrá un arancel del 10% a las importaciones de bienes procedentes de China de aproximadamente US $ 300 mil millones, China se ha visto obligada recientemente a tomar contramedidas específicas. Esta necesaria contramedida basada en las leyes y regulaciones relacionados de China y los principios del derecho internacional ha llevado a acusaciones irrazonables por parte de algunas personas de los Estados Unidos e incluso amenazaron con aumentar la tasa arancelaria de las exportaciones chinas de US $ 550 mil millones a los Estados Unidos en un intento por continuar ejerciendo presión sobre el contraataque de China.

Solo puede imponer aranceles arbitrariamente, pero no permite que los socios comerciales contraataquen de manera razonable y legal. Algunas personas de los Estados Unidos han interpretado vívidamente cuál es la lógica hegemónica estadounidense. Sin embargo, China nunca recibe lo que no sea razonable y responderá con calma y racionalidad.

Como todos saben, el aumento arancelario unilateral de los Estados Unidos a las exportaciones chinas es la fuente de las fricciones económicas y comerciales chino-estadounidenses. Durante el último año, más o menos, China ha tenido que tomar tres rondas de contramedidas ante la imposición de arancel de los Estados Unidos. Esto corresponde con las leyes y regulaciones relacionadas de China y se ajusta a los principios básicos del derecho internacional. Es responsabilidad de cualquier país soberano salvaguardar sus propios derechos e intereses. Las medidas necesarias adoptadas están completamente justificadas y han sido ampliamente reconocidas por la comunidad internacional.

Sin embargo, el pensamiento hegemónico de algunas personas de los Estados Unidos ha sido excitado. En su opinión, Estados Unidos es la única superpotencia del mundo. Si quiere vencer a alguien, lo vencerá. Si Estados Unidos impone un arancel, cualquiera tendrá que ceder y no resistir. Esta lógica hegemónica, caracterizada por el unilateralismo y el proteccionismo es un desprecio extremo y una destrucción deliberada del derecho internacional y el orden internacional.

La era actual ya no es una sociedad selvática que persigue el principio de la ley de la selva. Es una tendencia histórica imparable en la que el multilateralismo reemplaza al unilateralismo. Por lo tanto, las guerras comerciales que algunos estadounidenses han provocado a escala mundial han sido contraatacadas por muchos de sus socios comerciales.

Por ejemplo, India canceló su trato SGP para los EE. UU. y el 16 de junio comenzó a imponer aranceles de represalia a 28 productos estadounidenses. La comisaria de Comercio de la UE, Cecilia Malmstrom, dijo en julio que si los Estados Unidos imponen aranceles a los automóviles y piezas de la UE, la UE impondrá aranceles de represalia sobre las exportaciones estadounidenses a Europa por un valor de US $ 35 mil millones. Durante la cumbre del G7, los aliados tradicionales de Estados Unidos, como Europa y Japón, también expresaron su insatisfacción con los Estados Unidos para provocar una guerra comercial. El presidente francés, Emmanuel Macron, señaló que "debe haber una forma de aliviar las tensiones para evitar esta ubicua guerra comercial".

Los políticos estadounidenses que dominan la lógica deberían despertarse. La historia y la realidad les darán una buena lección para permitirles reconocer que el llamado método de presión extrema ha sido inútil para China en el pasado, presente y lo será en el futuro. La China de hoy, con su enorme volumen económico, potencial de demanda interna, ventajas institucionales y continuas reformas y medidas de apertura, tiene una sólida fortaleza nacional para resistir los principales desafíos de riesgo externo, y es totalmente capaz de responder a cualquier provocación y presión unilateral de los Estados Unidos.

Para la guerra comercial, la actitud de China ha sido firme y clara: no está dispuesta a pelear, no tiene miedo de pelear, y tiene que pelear si es necesario. China está dispuesta a resolver problemas sobre la base de la igualdad y el respeto mutuo, pero nunca cederá ante las principales cuestiones de principios.