El juego de carta de tipo de cambio para el acoso económico es impopular

El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos catalogó recientemente a China como un "manipulador de divisas", negando así su propio estándar de "manipulador de divisas". Esta medida muestra que, ante la firme postura de China de defender sus propios intereses, algunas personas de los Estados Unidos están extremadamente ansiosas por usar el tema del tipo de cambio para ejercer una presión extrema sobre China e implementar el acoso económico. Sin duda, esta acción creará mayores riesgos para la economía global, perjudicará a otros y será impopular.

Lanzando una vista retrospectiva a la historia de la economía internacional, usar "la carta de tipo de cambio" para suprimir a los competidores es el medio habitual de los Estados Unidos. Por ejemplo, a principios de la década de 1980, Japón se convirtió en una potencia emergente de fabricación y comercialización, que Estados Unidos consideraba un desafío a su hegemonía económica. En ese momento, Estados Unidos experimentó una expansión del déficit fiscal y un fuerte aumento en el déficit comercial, por lo que tomó el truco de la depreciación del dólar e intentó revertir su desequilibrio en los pagos internacionales. En septiembre de 1985, bajo el liderazgo de los Estados Unidos, Japón, la República Federal de Alemania, Francia, el Reino Unido y los Estados Unidos llegaron a un "acuerdo de plaza" para promover la fuerte depreciación del dólar frente a las principales monedas del mundo a corto plazo como un presagio para finalmente enterrar a la economía japonesa en una recesión durante 20 años.

Desde el ingreso de China a la OMC, Estados Unidos a menudo ha utilizado el tipo de cambio del RMB para provocar conflicto. Ya en 2005, hubo legisladores federales que propusieron el llamado "proyecto de la moneda", acusando a China de manipular el tipo de cambio y amenazando con imponer un alto derecho compensatorio en un intento de obligar al yuan a apreciarse sustancialmente. Sin embargo, desde que China implementó la reforma del mecanismo de formación del tipo de cambio del RMB en 1994, el grado de comercialización del tipo de cambio del RMB ha aumentado significativamente. En las consultas recién concluidas del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la cuarta cláusula de China, el FMI señaló que el tipo de cambio del RMB corresponde en general con los requisitos fundamentales. Además, desde que el gobierno estadounidense actual asumió el cargo, los cinco informes semestrales de política cambiaria presentados por el Departamento de Tesoro de los Estados Unidos al Congreso no han incluido a China como un "manipulador de divisas".

En el período reciente, debido a que Estados Unidos siguió arbitrariamente las políticas unilaterales, intensificando la fricción comercial con China, el mercado financiero global ha sido turbulento y el tipo de cambio del RMB ha fluctuado con cambios en la oferta según la demanda y las expectativas del mercado. Esta es una reacción normal del mercado, pero algunas personas de los Estados Unidos han pensado que ha llegado la oportunidad. Tienen "ceguera selectiva" al evaluar el sentido común económico y la autoridad de las instituciones internacionales, incluso han puesto a China un sombrero de "manipulador de divisas".

Esta acción de los Estados Unidos no solo pone nuevos obstáculos al desarrollo de las relaciones económicas y comerciales sino-estadounidenses, sino que también exacerbará la agitación del mercado financiero mundial y dificultará el comercio internacional y la recuperación económica mundial.

Como economía responsable, China se ha comprometido en repetidas ocasiones a no implementar una devaluación competitiva, ni utilizar el tipo de cambio como una herramienta para lidiar con perturbaciones externas en disputas comerciales. Una fuerte devaluación del renminbi no corresponde a los intereses de China. China continuará implementando un sistema de tipo de cambio flotante basado en la oferta y la demanda del mercado con referencia a la canasta de monedas. El intento de presionar a China con carta de cambio de China es impopular y está destinado a fracasar.