Una agitación de Hong Kong no beneficia a nadie

Recientemente, algunos legisladores estadounidenses revisaron de nuevo el "Proyecto sobre los Derechos Humanos y la Democracia de Hong Kong" y pidieron al gobierno de los Estados Unidos que confirme la autonomía de Hong Kong cada año para decidir si mantener a Hong Kong con un trato especial como un territorio aduanero independiente según la Ley de Política para con Hong Kong de los Estados Unidos de 1992. Esa interferencia grosera de algunos políticos estadounidenses en los asuntos internos de China ha expuesto completamente el intento de Estados Unidos de contener el desarrollo de China e imponer múltiples niveles de presión sobre China. Las personas inteligentes deben entender que desordenar a Hong Kong no beneficia a ninguna de las partes.

Estados Unidos intentó votar sobre este proyecto de ley pendiente de Hong Kong, lo que refleja la inercia y hegemonía de Estados Unidos como la "policía mundial". Como la región administrativa especial de China, desde su retorno en 1997, Hong Kong ha implementado estrictamente la política de que "es el pueblo de Hong Kong quien gobierna a Hong Kong" y un alto grado de autonomía de conformidad con las disposiciones de la Ley Básica de Hong Kong. La política de “un país, dos sistemas" se ha implementado de manera plena y exitosa. Los derechos humanos y la libertad están protegidos a plenitud por la Ley Básica de Hong Kong, el “Proyecto de ley de la protección de los Derechos Humanos de Hong Kong” y otras leyes pertinentes. Los habitantes hongkoneses gozan de derechos y libertad sin precedentes. Este es un hecho objetivo que la gente de Hong Kong siente en carne propia. La autonomía de la gente de Hong Kong no necesita que los Estados Unidos hagan comentarios irresponsables y confirmen algo.

De hecho, la "Ley de política de Estados Unidos y Hong Kong" en sí misma es una de las principales muletas para que Estados Unidos interfiera en los asuntos internos de China. En consecuencia, Estados Unidos publica un informe cada año para decir algo sobre los asuntos de Hong Kong antes y después de su retorno. Después de la expiración de la Ley de Políticas de Hong Kong de EE. UU. en 2006, el informe de EE.UU. relacionado con Hong Kong estuvo en silencio durante muchos años. Después del incidente de "ocupación" ilegal en Hong Kong en 2014, el Departamento de Estado de EE. UU. lanzó el año siguiente un llamado "Informe de la Ley de Política de Hong Kong", continuando interfiriendo en los asuntos internos de China. En el contexto de la escalada actual de las fricciones comerciales chino-estadounidenses, el Senado de los Estados Unidos tiene la intención de aprobar la "Declaración sobre los Derechos Humanos y la Democracia de Hong Kong".

Desordenar a Hong Kong no beneficia a ninguna parte, incluidos los Estados Unidos. Desde una perspectiva comercial, Estados Unidos es uno de los principales socios comerciales de Hong Kong. La prosperidad y la estabilidad de Hong Kong corresponden a los intereses de los Estados Unidos. Desde 2009, Estados Unidos ha logrado el mayor superávit comercial del mundo a través del comercio con Hong Kong. El superávit comercial total de bienes ha acumulado $ 297 mil millones en la última década. Desde una perspectiva de inversión, Hong Kong es un destino para atraer inversiones directas de los Estados Unidos. La inversión directa de los Estados Unidos en Hong Kong en 2017 superó los $81 mil millones. Si se socava la prosperidad y la estabilidad de Hong Kong, las empresas de propiedad estadounidense en Hong Kong también sufrirán inevitablemente. Como uno de los centros financieros internacionales, si Hong Kong está en mal estado, inevitablemente tendrá un impacto adverso sobre las empresas e instituciones financieras que cotizan en Estados Unidos.

Los asuntos de Hong Kong son puramente asuntos internos de China. Sólo las amplias masas populares de Hong Kong tienen derecho a comentar. Ninguna fuerza extranjera o externa tiene derecho a interferir en ellos. China tampoco tolerará que las fuerzas externas interfieran en los asuntos internos de Hong Kong y de China.