Hay que incrementar los intereses comunes en este momento tan crucial de las negociaciones entre China y EEUU

El viernes 29 de marzo en Beijing, concluyó la octava ronda de negociaciones comerciales de alto nivel entre China y EE.UU. Fue co-presidida por el vice primer ministro chino Liu He, actual miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China y jefe de la parte china del diálogo económico integral entre China y EE.UU., el representante del Comercio estadounidense, Robert Lighthizer y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, discutieron sobre el acuerdo y lograron grandes avances.

Del invierno a la primavera, de Washington a Beijing, las negociaciones han pasado por 4 rondas en los últimos 4 meses y ya han cruzado un punto que requiere de mayores refuerzos y dedicación. En la última ronda, ambas partes negociaron sobre los acuerdos y lograron avances sustanciales en transferencia tecnológica, protección de la propiedad intelectual, barreras no arancelarias, servicios, agricultura, margen de cambio, entre otras cuestiones. Además, siguieron discutiendo sobre los acuerdos y obtuvieron nuevos progresos, lo que indica que ambas partes han dado un gran paso adelante, para llevar a la práctica los importantes consensos orquestados por los líderes de ambas naciones.

Cada avance, que han tenido las negociaciones no han sido nada fácil, se ha requerido de muchos esfuerzos y dedicación. Aunque andaban a puerta cerrada las negociaciones, conforme pasaban los días, cada vez más detalles iban siendo relevados. Como por ejemplo, con el motivo de ahorrar tiempo, esta ronda de negociaciones, empezó desde la cena de bienvenida, donde los representantes hablaron y cenaron, además, no se realizó una ceremonia de inauguración, con ello se puede ver que ambas partes simplificaron el proceso y se dirigieron directamente a la negociación del acuerdo.

¿Por qué las delegaciones de China y EE.UU., se han esforzado tanto en las negociaciones? Por un lado, existe una gran diferencia en el sistema, la cultura, la situación nacional y la etapa del desarrollo social entre los dos países, lo cual les obliga a esforzarse aún más con la finalidad de encontrar un terreno común, dejando a un lado sus diferencias. Por otro lado, las cuestiones económicas y comerciales entre China y EE.UU., no simplemente son de venta y compra, sino que son ámbitos muy complicados y cuyas negociaciones son bastantes difíciles. Por lo tanto, con un tiempo tan limitado para los diálogos cara a cara, los dos lados aplicaron medidas complementarias, como trabajar horas extra, comunicación mediante video llamadas, continuar trabajando incluso durante las comidas, etc. Para así poder aprovechar al máximo cada segundo e incrementar el número de consensos alcanzados, pero aún con todas estas medidas, quedó mucho trabajo por hacer.

A pesar de todo ello, ambos grupos, inspirados por los importantes consensos concebidos por los presidentes de sus países y a través de sus grandes esfuerzos, han conseguido enormes progresos al respecto, lo que no es nada fácil y es un trabajo al que ambas partes deben dar mucho valor.

Según los datos publicados el miércoles 27 por el Departamento de Comercio de EE.UU., en enero, las exportaciones del país hacia todo el mundo, subieron un 0,9%, llegando así a los 207.300 millones de dólares, pero la importación de sus productos por parte de China se redujo, llegando únicamente a los 7.100 millones de dólares, el cual es el valor más bajo desde el 2010. De acuerdo con los datos durante los primeros dos meses del presente año, la exportación e importación entre China y EEUU se redujo un 19,9%. Debido a que aún existe una tensión comercial entre ambos países, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), informó que la expectativa del crecimiento global del 2019, descendió de 3,5% a 3,3%.

Aparentemente, cada día se vuelve más obvio el daño causado por la mutua subida de los aranceles entre China y EEUU en la economía global. La implementación de los consensos establecidos por los dos presidentes es cada vez más importante y necesaria. En la actualidad, ambos países han entrado en una fase crucial para la redacción del acuerdo y debido al ritmo acelerado de las negociaciones y la simplificación de las mismas, las confrontaciones están a la orden del día.

Hay que incrementar los intereses comunes en este momento tan crucial de las negociaciones entre China y EEUU. La parte estadounidense se enfoca más en la protección de la propiedad intelectual, el acceso al mercado y mecanismos de implementación, etc. Cabe recalcar que dichos temas, siempre que encajen con la dirección de la reforma y ampliación de la apertura, que China está promoviendo, podrán ser incluidos en el proceso de la reforma y la apertura actual de China. Durante la Conferencia Anual del Foro de Boao para Asia del 2019, China emitió una serie de comentarios sobre la ampliación de la apertura entre China y EE.UU. y que ambos pueden buscar puntos en común y encontrar la solución a sus propias preocupaciones comerciales.

Durante la próxima semana, la novena ronda de negociaciones tendrá lugar en Washington. Y dado que serán unos diálogos de un ritmo muy acelerado, ambas partes deben ampliar sus puntos en común, potenciando su coraje, inteligencia y confianza mutua, implementando de este modo los consensos alcanzados entre ambos presidentes.

Por su parte, China va a seguir trabajando, con buena fe y esforzándose como siempre, por llegar a un acuerdo de beneficio y ganancia mutuas, y si los resultados no fueran alentadores, China lo encararía con toda tranquilidad y continuaría sus quehaceres como lo ha planeado. Tras un año de altibajos, la economía de China se ha vuelto más resistente y la actitud de los chinos también ha madurado. Durante el 2018 y a pesar de la fricción comercial que no dejaba de subir en intensidad, la inversión directa en el exterior por parte de China alcanzó los 130.000 millones de dólares, con lo cual se estableció tranquilamente entre los primeros puestos del ranking mundial. Además el capital extranjero realmente usado en el país fue de 134.970 millones de dólares, que muestran una subida del 3% con respecto al año pasado y estableció así un nuevo record económico en China. Todos estos llamativos éxitos hacen que los chinos reconozcan con más firmeza, que hacer bien su propio trabajo es la mejor forma de hacer frente a todo tipo de adversidades.