Guerra comercial EE. UU.-China: La lucha entre la serpiente y la sierra

Nota del editor: el doctor Summer, con un doctorado en Comunicación por la Universidad de Comunicación de China, ha trabajado en el ámbito del periodismo internacional durante 30 años. El artículo refleja la opinión del autor y no necesariamente la postura de CGTN.

La administración Trump anunció el 7 de agosto su intención de seguir adelante con el 25 por ciento de aranceles sobre productos chinos por valor de 16 mil millones de dólares, agravando la guerra comercial con Beijing. Los nuevos aranceles, que entrarán en vigor el 23 de agosto, son parte de la nueva ronda de impuestos que EE. UU. ha impuesto sobre productos chinos en una disputa sobre el déficit comercial y otros asuntos. El 6 de julio ya se impuso una primera ronda de aranceles sobre artículos chinos por valor de 34 mil millones de dólares.

China devolvió el golpe al día siguiente con aranceles sobre importaciones de EE. UU. por valor de 16 mil millones de dólares, exactamente a la par con el movimiento estadounidense.

Aunque el presidente Trump ha dicho que “los aranceles están funcionado mucho mejor de lo que nadie pudiera haber anticipado”, según informa Ben Popken, de la NBC, los agresivos planes  arancelario de Trump no han servido de mucho para limitar las excelentes exportaciones de China: los datos oficiales del miércoles indican que las exportaciones chinas aumentaron un 12 por ciento anual, mientras un tweet de AP señaló una cifra del 13,3 por ciento en julio.

ÚLTIMA HORA: Las exportaciones chinas aumentan en julio. Muestran pequeño impacto del aumento arancelario de EE. UU. Exportaciones a EE. UU. llegan al 13,3 por ciento. Tweet de AP.

Mientras, algunos expertos de la economía y el comercio chinos y estadounidenses han señalado que si Trump verdaderamente quisiera resolver el problema del déficit con China, debería adoptar medidas efectivas para reconfigurar los sectores industriales de EE. UU. y cambiar los parámetros de consumo de los estadounidenses. Critican que la guerra comercial de la administración Trump no solo daña las economías de los dos países, sino que también agita los mercados mundiales.

La guerra comercial continua entre EE. UU. y China me recuerda a un relato corto que leí en WeChat titulado “La serpiente y la sierra”, que dice así: un día, una serpiente reptaba por una sierra. Se hacía daño según su cuerpo se movía entre la sierra. La serpiente se revolvió y mordió a la sierra, lo que solo le provocó más daño por los afilados dientes de la herramienta de metal. La serpiente se enfadó y creyó que la sierra le estaba atacando.

En una respuesta natural, la serpiente culebreó por la sierra intentando asfixiarla, pero por desgracia, cuanto más fuerte apretaba la sierra, más profundamente se hincaban sus dientes en el cuerpo de la serpiente. Al final, la reacción demente de la serpiente ante la sierra le mató.

Una lección de esta historia es que siempre que nos encontremos un problema o un desafío, debemos pensar racionalmente para encontrar una solución correcta en vez de dejarnos llevar por la ira y atacar a otros, ya que esto solo nos llevará al fracaso.