Satélite de retransmisión para sonda lunar Chang'e-4 entra en órbita prevista
La Administración Nacional del Espacio de China anunció este jueves que el satélite de retransmisión para la sonda lunar Chang'e-4, que descenderá de manera controlada en el lado oscuro de la Luna al final de este año, ha entrado en la órbita planeada.
El satélite, llamado Queqiao, o Puente de las Urracas, fue lanzado el 21 de mayo y entró en la órbita de halo alrededor del segundo punto de Lagrange (L2) del sistema Tierra-Luna, a unos 65.000 kilómetros de la Luna, a las 11:06 del jueves (hora de Beijing), tras más de 20 días de viaje.
El presidente de la Academia de Tecnología Espacial de China (CAST, por sus siglas en inglés), Zhang Hongtai, dijo que "se trata del primer satélite de comunicación a nivel mundial que opera en esa órbita, y allanará el camino para la Chang'e-4, que se convertirá en la primera sonda del mundo en posarse de forma controlada y circular por el lado oscuro de la Luna".
El concepto de la órbita de halo alrededor del punto L2 del sistema Tierra-Luna fue avanzado por expertos espaciales internacionales en la década de los 50.
Mientras que está en órbita, el satélite de retransmisión puede ver tanto la Tierra como la cara oculta de la Luna. El artefacto puede permanecer en la órbita de halo durante largo tiempo debido al relativo bajo consumo de combustible, ya que las gravedades de la Tierra y de la Luna equilibran su movimiento orbital.
Zhang Lihua, jefe de proyecto del satélite de retransmisión, explicó que "desde la Tierra, la órbita se asemeja a un halo de la Luna, circunstancia por la que fue nombrada de esta manera".
Zhang indicó que la órbita de halo era una curva irregular de tres dimensiones. Aseguró que es extremadamente difícil y complejo mantener el satélite en órbita.
Zhang apuntó que "si hay alguna pequeña alteración, por ejemplo una perturbación gravitacional ocasionada por otros planetas o por el Sol, el satélite se saldrá de la órbita. El periodo de órbita es de cerca de 14 días. Según nuestro plan actual, realizaremos un mantenimiento de órbita cada siete días".
Zhang resaltó que "es un nuevo tipo de órbita, no tenemos ninguna experiencia. Hemos realizado numerosas simulaciones para asegurarnos de que el diseño es viable y confiable".
Con el objetivo de establecer el enlace de comunicaciones entre la Tierra y la sonda Change'e-4, los astrofísicos deben mantener el satélite estable y controlar su altitud, ángulo y velocidad con alta precisión.
Lo siguiente para el equipo será probar la función de comunicación del satélite.
Las fuerzas de marea de la Tierra han ralentizado la rotación de la Luna hasta el punto de que siempre es el mismo lado el que se puede ver desde el planeta, un fenómeno conocido como rotación sincrónica. La otra cara, la mayor parte de la cual nunca puede ser vista desde la Tierra, es lo que se llama el lado lejano o lado oscuro de la Luna, no porque carezca de iluminación sino porque es desconocido.
Con su particular ambiente y su compleja historia geológica, el lado oscuro es un objetivo muy atractivo para la exploración científica y espacial. La cuenca de Aitken del Polo Sur de nuestro satélite natural, en el lado lejano, ha sido escogida como el lugar de descenso de Chang'e-4. Se considera que dicha área tiene un gran potencial de investigación.
No obstante, tanto el descenso como los desplazamientos del vehículo requieren de un satélite de retransmisión para hacer llegar las señales que viajan en los dos sentidos. Por lo tanto, establecer un vínculo de comunicación es esencial para el éxito de la misión del Chang'e-4.
El satélite también está equipado con un espectrómetro de radio de baja frecuencia desarrollado por científicos holandeses para permitir que "escuche" los sonidos originados en los confines más lejanos del cosmos.
Asimismo, un microsatélite que fue lanzado junto con Queqiao está dotado de un detector de imágenes ópticas desarrollado por Arabia Saudita.
El módulo de descenso y el vehículo explorador de Chang'e-4 estarán equipados con instrumentos desarrollados por Alemania y Suecia. El programa de exploración lunar de China será una nueva plataforma de investigación para los científicos de todo el mundo.