Negar a China el estatus de economía de mercado es un error

Negar a China el estatus de economía de mercado es un error

    Estados Unidos está echando un balde de agua fría a la creciente cordialidad de las relaciones comerciales con China al negarle el estatus de economía de mercado en la Organización Mundial de Comercio (OMC).
　  Recientemente, el Gobierno de Estados Unidos rechazó de manera formal la solicitud de China y citó décadas de precedentes legales y considera que China avanza en la dirección opuesta.
　  La verdad es que negarle el estatus a China dará al Gobierno estadounidense herramientas útiles para emprender investigaciones comerciales sobre las importaciones chinas con la excusa de que inundan su mercado con precios de dumping.　

La decisión de Estados Unidos se produce ahora que la administración Trump busca reducir el déficit comercial con China a un equilibrio justo. Para tal fin, está tentado a hacer caso omiso de las acciones concretas de China para liberalizar el mercado, dijeron observadores internacionales.
　  Desde que China empezó a implementar la política de reforma y apertura, ha realizado constantes esfuerzos para mejorar su sistema de economía de mercado, el cual ha sido reconocido en el mundo. La negativa de Estados Unidos tergiversa los hechos, dijo un portavoz del Ministerio de Comercio.
　  China es ahora el país con el mayor comercio de bienes y es el principal socio comercial de más de 120 países y regiones.
　  Su Qingyi, investigador de la Academia de Ciencias Sociales de China, dijo que el "no estatus de economía de mercado" no ha impedido que China realice estos avances.
  Estados Unidos resultaría perjudicado en una mala relación comercial bilateral con China por sus intereses entretejidos. Las medidas proteccionistas también dañan los intereses de las compañías y consumidores estadounidenses.
　  En las últimas tres décadas, el comercio bilateral de bienes ha aumentado de 2.500 millones a 524.300 millones de dólares. Los productos chinos de bajo coste y alta calidad han ayudado a elevar la calidad de vida de los estadounidenses.
　  Aunque gran parte de las campañas políticas de Estados Unidos se han concentrado en los empleos que se han perdido en Estados Unidos, la inversión china apoya en más empleos en esa parte del Pacífico.
  En respuesta a la negativa de Estados Unidos, Wang Hejun, funcionario del Ministerio de Comercio de China, dijo que socava la seriedad y autoridad de las reglas multilaterales.
  El artículo 15 del protocolo de ingreso de China a la OMC de 2001 claramente dicta que China cambiará de forma automática a un estatus de economía de mercado después de que el enfoque de país sustituto venciera en 15 años, lo que significa que, a partir de tal día, desaparecen las bases legales para tratar a China como una no economía de mercado.
  Su dijo que Estados Unidos pone un mal ejemplo al incumplir las reglas internacionales.
　  Respetar los contratos es el principio esencial de la economía de mercado y Estados Unidos está violando este principio, dijo Bai Ming, investigador de la Academia de Cooperación Económica y Comercio Internacional de China.
  El rechazo de Estados Unidos refleja su pánico y prejuicios ideológicos, indicó Zhang Jingwei, investigador del Instituto Chongyang de Estudios Financieros de la Universidad Renmin de China.
　  Los analistas dijeron que es probable que China emprenda acciones legales en la OMC contra los miembros que no observen las reglas, incluyendo Estados Unidos. Podrían considerarse medidas comerciales de represalia.
　  Zhang djo que incluso si se evita una guerra comercial total, ninguna parte resultará ilesa.

Por otra parte, el inusual paso del Gobierno de EE. UU. de iniciar una investigación sobre los productos de aluminio de China está encendiendo las alarmas sobre las sanas y estables relaciones económicas bilaterales. 
  El Departamento de Comercio de EE. UU. lanzó dos investigaciones antidumping y antisubsidios sobre las láminas de aleación de aluminio importadas sin la petición de ninguna empresa o industria estadounidense. 
　 A pesar de que sólo afecta a una pequeña fracción del comercio bilateral, es la primera vez en 25 años que esta táctica de iniciación de "motu propio" ha sido utilizada, lo que supone una rareza en la historia del comercio internacional.