Asociación China Min Chih Tang en Cuba preserva valores y cultura chinas

Xinhua 2020-03-16 11:25:43
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  POR YOSLEY CARRERO  
   La historia de vida de Miguel Yong es común a todos los descendientes chinos en Cuba, los cuales llegaron a la isla en 1847 para trabajar como comerciantes, vendedores de frutas y hortalizas, dueños de restaurantes o en los campos de caña.  
  Antes de arribar a bordo de un barco a vapor al puerto de La Habana en 1954, Miguel vivió su infancia y adolescencia en la región de Cantón, en China, donde aprendió los valores y principios que marcaron toda su vida.  
  "Soy maestro relojero, antes fui bodeguero. He tenido que trabajar muy duro en la vida, pero estoy orgulloso de tener una familia hermosa y de que mi hija haya estudiado psicología en la Universidad de las Villas", precisó el cantonés de 88 años de edad.  
  Miguel es actualmente uno de los 285 miembros más activos en el trabajo de la Sociedad China Min Chih Tang en la ciudad de Ciego de Ávila, ubicada a unos 400 kilómetros de La Habana.  
  Decorada con una pintura de la Muralla China, la sede de esta sociedad está ubicada en pleno corazón del área metropolitana, en una casa antigua conocida como "los chinos", debido a la popularidad ganada por un pequeño mercado abastecido por los descendientes chinos y un restaurante donde personas de la tercera edad reciben almuerzos gratuitos.  
  "Yo siempre vengo aquí a comprar los mejores vegetales y frutas que se cosechan en la ciudad", aseguró Neysa Marín, una cubana residente en la central provincia.  
  La Sociedad China Min Chih Tang en Ciego de Ávila, fundada en 1914, celebra las festividades chinas al tiempo que dispone de una biblioteca así como de proyectos para promover el conocimiento sobre las artes marciales y la lengua cantonesa.  
  "Este año vamos a realizar varias actividades para celebrar el sesenta aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Cuba", comentó el presidente de la asociación, Luis Chang Wu, mientras muestra orgulloso fotos con el Presidente Xi Jinping y el Primer Ministro Li Keqiang durante sus visitas a La Habana en julio de 2014 y septiembre de 2016, respectivamente.  
  Con el apoyo de la embajada de China en La Habana, miembros de la Sociedad pudieron reencontrarse con sus familias tras varias décadas de incesante búsqueda.  
  "Pude encontrar a mi familia después de 50 años. Solo contaba con fotos de cuando éramos niños. Estuve en China en 2005 y después de ese momento varios de mis familiares han venido a Cuba", apuntó Julio Wong a sus 70 años.  
  Otra descendiente china, Margarita Aspiolea, una abogada que fue diputada a la Asamblea Nacional del Popular en Cuba, cuenta que visitaba el lugar desde niña porque su padre la traía y que fue allí donde aprendió "valores como la laboriosidad y el amor al trabajo".  
  Los descendientes chinos en Ciego de Ávila, como en toda la isla, contribuyen a perpetuar los valores transmitidos por sus antepasados como parte del espíritu de una cultura milenaria que trasciende en el tiempo. 

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