Trenes chinos reabren ruta en el este de Cuba

A Dalia Aguilera le brillan los ojos cuando habla del recién restablecido enlace ferroviario entre La Habana y la oriental ciudad cubana de Holguín. Son 734 kilómetros de vías férreas por donde, desde hace unos días, transita un convoy de 12 vagones y una locomotora chinos.

Esta mujer, quien ha sido ferromoza (persona que atiende a los pasajeros) durante 34 de sus 55 años, siente que ha vuelvo a vivir con la reapertura de esa línea, cerrada desde hace 14 años por la falta de coches, lo que dejó con una precaria comunicación a Holguín, una calurosa ciudad del litoral noreste de Cuba.

"La mitad de Holguín estuvo ese día en el andén y yo y mis compañeras, como muchos, lloramos de alegría cuando vimos llegar el tren de prueba", dice a Xinhua.

Aguilera, quien tuvo que pasar un curso de tres meses para recalificarse antes de trabajar en los trenes chinos, habla sobre las bondades de los nuevos vagones, de los que dice tienen un buen confort y una alta seguridad para los viajeros.

En igual sentido se expresó la joven Ismaray Peralta, quien vive en La Habana, pero viaja con su pequeña hija de tres años para visitar a los abuelos en Holguín.

"Me parece una buena opción, porque tienen bastante confort y nos permite mayor facilidad para transportarnos y estar más cerca de nuestra familia que vive lejos", afirmó Peralta.

En esa provincia, que es la tercera más poblada de Cuba, viven poco más de un millón de personas, y en la ciudad cabecera sobrepasan las 300.000, cifras que permiten comprender la importancia que tiene la recuperada vía ferroviaria.

La adquisición de 80 coches nuevos por parte del gobierno cubano permitió reabrir la línea, una vieja demanda de los ciudadanos de Holguín, necesitados de una mejor conexión con el resto del país, pero ahora todos llaman a cuidar los flamantes trenes.

"Realmente los antiguos trenes que circulaban no tenían el confort que tiene éste, que es una maravilla, pero por eso hay que cuidarlo", señaló Raúl López, un holguinero que viaja acompañado por su esposa.

Ese criterio es respaldado por la jefa de las ferromozas, Odalis Torres, una mujer que ha pasado 40 años de su vida en ese trabajo.

"Hay que cuidarlo y para eso hay que alertar a la población y hacer conciencia por todos los medios", aseveró Torres.

A nivel local, la reapertura de la línea significó además la rehabilitación de la modesta terminal con nuevos salones de espera, áreas de equipajes, pasillos de acceso a los coches y el local de las ferromozas, además de que se digitalizó el programa de los servicios ferroviarios.

En Cuba se encuentran desde mayo último los primeros 80 coches, de un lote de 240 que llegará a La Habana a razón de 80 cada año desde 2019 hasta 2021, adquirido con un crédito chino, pagadero a 15 años.

Es la primera vez en 44 años que Cuba recibe coches ferrocarrileros nuevos, pues antes compró vagones de segunda mano, pero ahora, gracias a la Corporación China Importadora-Exportadora de Maquinarias, se hicieron de manera específica para Cuba por la fábrica CRRC Tangshan.

Con la puesta en funcionamiento de los trenes chinos, la Unión de Ferrocarriles de Cuba (UFC) prevé que el próximo año se podrán transportar un millón de pasajeros y rehabilitar un servicio que estaba muy deprimido.

Con esos primeros 80 coches, la UFC conformó cuatro formaciones de 12 vagones cada una, casi el doble de los siete viejos carros que conforman las actuales formaciones, y cada coche tiene 72 capacidades.

Esos trenes son de formación mixta, es decir que cuentan con coches de primera clase, con aire acondicionado y televisión, y otros de segunda con ventiladores y ventanillas.

Con el enlace desde el sábado último entre La Habana y Santiago de Cuba, la segunda ciudad en importancia de Cuba, los nuevos trenes comenzaron a prestar servicios en la época vacacional, en la que más transportaciones de pasajeros tienen lugar en el país.

El uso de esos coches, además, permitirá reducir los tiempos de viaje, en un estimado que los técnicos calculan de dos a tres horas.

(Sofi Wang)