Científicos chinos intentan perseguir eclipse solar en el espacio

Xinhua 2018-08-15 19:08:00
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  El eclipse solar total, formado cuando la luna oculta por completo al sol, ofrece oportunidades espectaculares para que los científicos observen la corona del sol, pero es demasiado corto y raro para ser capturado.

  Por eso, los científicos chinos han propuesto una idea novedosa para observar el eclipse total de sol en el espacio usando la tierra tapando al sol. De esta manera, obtendrán una observación más larga y precisa para estudiar el origen de las tormentas solares.

  La sonda solar de la NASA Parker, la nave espacial más rápida de la historia, fue lanzada el domingo pasado con la misión de investigar el sol a una distancia más cercana que otras naves. Se espera que la sonda entre en la ardiente corona después de un viaje de unos siete años.

  Los científicos chinos han presentado otra propuesta: volar en la sombra de la tierra.

  La corona, la capa más externa del sol, tiene una temperatura de más de un millón de grados centígrados y muy a menudo genera tormentas solares que dañan a los satélites y sistemas de navegación y comunicación, explica Luo Bingxian, investigador del Centro Nacional de Espacio de la Academia de Ciencias de China (ACCh).

"El proceso de calentamiento de la corona es uno de los más grandes misterios astronómicos, sobre el cual existe una falta de comprensión debido a la incapacidad de observarla", afirma Luo.

  "Es muy difícil observar claramente la corona desde la Tierra, ya que su luminosidad es menos de una millonésima parte de la del disco solar", comenta Luo.

  Normalmente la corona solo es visible durante un eclipse solar total, cuando se presenta como un brillo irregular alrededor del oscuro disco lunar.

  Sin embargo, los eclipses solares totales ocurren raramente y normalmente duran solo unos minutos. En algunos casos la mejor visión es desde el océano o las condiciones meteorológicas son malas, lo que dificulta la observación.

  Aunque los científicos han inventado un aparato especial, el coronógrafo, para observar la corona, este instrumento puede verse fácilmente afectado por factores como la luz dispersa, el viñeteado y la dispersión atmosférica.

  "Dado que podemos ver la luna entre el sol y la Tierra durante un eclipse total solar, pensaba que podíamos colocar un telescopio para que estuviera en línea recta con respecto a la Tierra y el sol", subraya Luo.

  Los cálculos de su equipo encontraron que el mejor sitio para el telescopio es cerca del segundo punto de Lagrange (L2) del sistema sol-tierra, a unos 1,4 millones de kilómetros de la Tierra.

  Allí, las posiciones relativas del sol, la tierra y el telescopio permanecerían invariables con la gravedad del sol, la Tierra y un poco de propulsión, añade Luo.

  Ellos todavía afrontan desafíos en la tecnología, como por ejemplo cómo impulsar la sonda, ya que los paneles solares convencionales no servirían dado que la sonda tiene que quedar en la sombra de la Tierra.

  "Estamos discutiendo soluciones diferentes, como fuentes de energía radioisotópica. Otra posibilidad es colocar una sonda y una nave espacial con una vela solar en la sombra de la Tierra y en la luz del sol respectivamente, y conectarlas con un cable", adelanta Luo.

  "Si nuestra idea puede convertirse en realidad, nuestra capacidad de observar la corona podría ayudar a desentrañar el misterio de las tormentas solares y pronosticar el ambiente espacial", destaca.

  "La predicción de erupciones solares es muy importante, ya que éstas pueden dañar satélites, redes eléctricas, cables submarinos, oleoductos, aeronaves y sistemas de navegación y de comunicación, que son indispensables en el mundo moderno", comenta.

  Cooperando con científicos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China y de la Academia de Innovación de Microsatélites de la ACCh, Luo llevó la idea a un concurso de tecnologías innovadoras del futuro celebrado recientemente en Shenzhen, ciudad de la provincia de Guangdong, en el sur de China. El proyecto de Luo fue seleccionado como uno de los 30 proyectos ganadores. El concurso alentó a jóvenes científicos chinos a concebir tecnologías innovadoras e impulsar la innovación.

(Amanda)

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