Los residentes de Xinjiang condenan firmemente las acusaciones de EE. UU. de trabajo forzoso

Ciertas autoridades y medios occidentales siguen acusando al Gobierno chino de forzar a las minorías étnicas a trabajar en algunas industrias. Acusaciones que Beijing continúa negando. El Gobierno chino asegura que los residentes de la región autónoma uygur de Xinjiang son libres de trabajar allí donde quieran y que, simplemente, crea las oportunidades para mejorar su calidad de vida. Los residentes de la región compartieron su opinión sobre las acusaciones.

El albaricoque de Yingjisha se ha convertido en algo así como una tarjeta de presentación del bosque de Kashgar y la industria de la fruta. Anwar Hasan solía trabajar en una fábrica local de procesamiento de frutas. Subió de nivel y, ahora, es el jefe de la Asociación Cooperativa Especializada Agrícola. Cubre un área de unos 600 kilómetros cuadrados y produce 40 mil toneladas de albaricoques al año, ofreciendo centenares de empleos a la población local.

En una rueda de prensa en Xinjiang, Anwar aseguró que tanto él como sus compañeros trabajan duro para labrarse una vida mejor. Añadió que las acusaciones estadounidenses de trabajo forzoso en la región se contradicen con la realidad.

El año pasado, China publicó un libro blanco sobre el empleo y los derechos laborales en Xinjiang. El documento subrayó el desarrollo centrado en el pueblo y los intentos por crear más puestos de trabajo para la población local.

Representantes de industrias como el textil y la restauración también explicaron cómo han mejorado sus vidas. Rechazaron las críticas al trabajo forzoso, asegurando que las acusaciones tienen como fin romper la unidad y la estabilidad.