Sobre la vacuna china: datos y verdades

En cuanto a la investigación y el desarrollo de la vacuna contra el coronavirus de China, hay que manifestar que es una tecnología madura y tiene suficiente capacidad de producción. La vacuna contra el covid-19 producida por China, que ha comenzado a comercializarse, es segura y confiable. Y además, siendo productos públicos accesibles para todo el mundo, las vacunas chinas son ampliamente reconocidas en el extranjero.

China es el primer país del mundo que inició la investigación y el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus SARS-CoV-2. El 23 de junio de 2020, China tomó la iniciativa en el lanzamiento de los ensayos clínicos de fase III de la vacuna. El 31 de diciembre la primera vacuna china se comercializó.

Múltiples tecnologías para la investigación y el desarrollo de vacunas en China están avanzando simultáneamente. A finales de diciembre de 2020, 14 tipos de vacunas de 5 vías técnicas han iniciado sus ensayos clínicos.

El 31 de diciembre de 2020, la vacuna inactivada de Sinopharm salió al comercio. China ha iniciado la vacunación entre poblaciones clave en todo el país, y la vacunación ha superado los 10 millones de dosis. El Washington Post informó el 4 de enero que China planea vacunar a 50 millones de personas para afrontar la nueva ola de la pandemia antes del Festival de Primavera en febrero, es decir, más que la población de California y Michigan juntas.

La tasa de reacciones adversas después de la vacunación es muy baja: menos del 0,1% de los casos presentan fiebre leve, y la incidencia de reacciones adversas más graves, como reacciones alérgicas, es de aproximadamente dos por un millón.

China siempre se ha adherido al concepto de la comunidad de destino en el terreno de salud. El presidente chino, Xi Jinping, ha prometido públicamente en múltiples ocasiones que después de que la vacuna se haya desarrollado y puesto en uso, servirá como un producto público global para brindar ayuda a otros países en desarrollo, y se esforzará por hacer que la vacuna sea un producto accesible y económico para todas las personas del mundo. Y el país ha participado en el "Plan de implementación de la vacuna contra el coronavirus" y la iniciativa de la "Cooperación mundial para acelerar el desarrollo, la producción y el acceso equitativo a nuevas herramientas para la prevención y el control del coronavirus" propuesta por la Organización Mundial de la Salud.

A finales de 2020, China había cooperado con un total de 16 países, incluidos los Emiratos Árabes Unidos o Brasil, entre otros, para llevar a cabo ensayos clínicos internacionales multicéntricos de fase III de la nueva vacuna. Entre ellos, los Emiratos Árabes Unidos y Bahrein revisaron y aprobaron respectivamente el registro oficial y la comercialización de la vacuna inactivada producida por Sinopharm de acuerdo con las normas técnicas de la Organización Mundial de la Salud.

Aparte de eso, Tailandia y Ucrania han comprado respectivamente 2 millones de dosis y 1,91 millones de dosis de la nueva vacuna investigada por China; además, el primer partida de 3 millones de dosis de vacunas fabricadas en China ha llegado a Turquía; por otra parte, Indonesia planea distribuir las vacunas desarrolladas por China en todo el país; y el gobierno egipcio ha aprobado oficialmente el uso de emergencia de la vacuna contra la COVID-19 fabricada por el Grupo Farmacéutico Nacional de China.