Invitados franceses experimentan romanticismo chino

Después de experiencias en Xi’an y Beijing, dos ciudades emblemáticas de China, Emmanuel Macron, el presidente francés quien prometió visitar al país asiático al año, vino recientemente a Shanghái, una ciudad con su carácter propio.

Macron fue acogido la primera noche de la Exposición Internacional de Importaciones de China (CIIE), en un banquete de bienvenida en el Hotel de He Ping, edificio más conocido entonces del Oriente Lejano, donde se presentaron números de una banda de jazz legendaria.

Mientras que los líderes de los dos países asistían a las sesiones y ceremonias, las dos primeras damas también aprovechaban para echar vistazos a esta mega-urbe.

Peng Liyuan y Brigitte Macron se unieron a los estudiantes de la Escuela de Idiomas Extranjeros de Shanghai para una clase de francés y respondieron sus preguntas. Vieron a los estudiantes aprender a elaborar artesanías tradicionales como bordado y papel cortado. Además, los jóvenes hicieron presentaciones artísticas para ellas.

A su llegada al Jardín Yuyuan, Macron y su esposa fueron recibidos cálidamente por Xi y Peng. Las dos parejas caminaron en el jardín y disfrutaron del escenario. En la tercera jornada de la visita de Estado del Macron, la primera dama del país galo también visitó al Palacio Imperial en Beijing, y quizá por la misma apreciación por la arquitectura tradicional de China, los dos países podrán colaborar en las labores de la restauración de la Catedral de Notre Dame en París.