PERFIL: Xi Jinping y su era I

Xinhua 2017-11-17 18:28:13
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Xi Jinping presenta un informe ante el XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh) en el Gran Palacio del Pueblo en Beijing, capital de China, el 18 de octubre de 2017. (Xinhua/Ju Peng)

Xi Jinping presenta un informe ante el XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh) en el Gran Palacio del Pueblo en Beijing, capital de China, el 18 de octubre de 2017. (Xinhua/Ju Peng)

En la mañana del día 18 de octubre, Xi Jinping, de pie tras un podio en el Gran Palacio del Pueblo, pronunció un informe ante el XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh).

El informe político, de 32.000 caracteres, el más significativo de su tipo en las últimas décadas, fue ovacionado por los delegados en más de 70 ocasiones.

En él, Xi sostuvo que el socialismo con peculiaridades chinas había pasado el umbral hacia una nueva era.

"Es un nuevo momento histórico en el desarrollo de China", anunció.

El documento ha sido traducido a 10 idiomas extranjeros. La mayoría de los traductores utilizaron la palabra "poderoso" para describir sus primeras impresiones.

"Estaba absorbida cuando leí el informe por primera vez. Lo leí desde la manaña hasta la media noche. Incluso me olvidé de comer", dice la traductora y ligüista Olga Migunova, de Rusia.

Con este informe político, y con el congreso, Xi, quien es núcleo del Comité Central del PCCh y del Partido, pone a China en un nuevo punto de partida histórico, considera Robert Lawrence Kuhn, experto estadounidense en estudios sobre China y presidente de la Fundación Kuhn.

En la primera sesión plenaria del XIX Comité Central del PCCh, celebrada el 25 de octubre, Xi fue reelegido secretario general del Comité Central del PCCh para un segundo mandato. Medios de comunicación y observadores, tanto chinos como extranjeros, consideran que Xi es el hombre adecuado para dirigir a China.

En 1949, Mao Zedong anunció la fundación de la República Popular China, poniendo fin a un siglo de humillación a manos de los agresores extranjeros.

Deng Xiaoping, el arquitecto de la reforma y la apertura de China, abrió el camino para que la nación se hiciera rica.

Xi Jinping pronuncia un discurso mientras se reúne con la prensa en el Gran Palacio del Pueblo en Beijing, capital de China, el 25 de octubre de 2017. Xi Jinping y otros miembros recién elegidos del Comité Permanente del Buró Político del XIX Comité Central del Partido Comunista de China Li Keqiang, Li Zhanshu, Wang Yang, Wang Huning, Zhao Leji y Han Zheng se reunieron con la prensa el 25 de octubre. (Xinhua/Ding Haitao)

Xi Jinping pronuncia un discurso mientras se reúne con la prensa en el Gran Palacio del Pueblo en Beijing, capital de China, el 25 de octubre de 2017. Xi Jinping y otros miembros recién elegidos del Comité Permanente del Buró Político del XIX Comité Central del Partido Comunista de China Li Keqiang, Li Zhanshu, Wang Yang, Wang Huning, Zhao Leji y Han Zheng se reunieron con la prensa el 25 de octubre. (Xinhua/Ding Haitao)

Xi Jinping se reúne con delegados, delegados invitados especialmente y participantes sin derecho a voto del XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China, en el Gran Palacio del Pueblo en Beijing, capital de China, el 25 de octubre de 2017. (Xinhua/Lan Hongguang)

Xi Jinping se reúne con delegados, delegados invitados especialmente y participantes sin derecho a voto del XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China, en el Gran Palacio del Pueblo en Beijing, capital de China, el 25 de octubre de 2017. (Xinhua/Lan Hongguang)

Los próximos cinco años entre el XIX y el XX congreso del Partido son un periodo en el que convergerán los calendarios de los objetivos de lucha fijados para los dos centenarios, destacó Xi cuando presentaba el nuevo liderazgo central del PCCh a la prensa.

"Debemos no solo completar el objetivo del primer siglo, sino también emprender la carrera hacia el segundo", dijo Xi, quien prometió trabajar diligentemente para "cumplir nuestro deber, completar nuestra misión y ser merecedores de la confianza de los miembros del PCCh".

El mandatario chino hizo énfasis en que los comunistas chinos "deben tener siempre un espíritu juvenil y ser siempre servidores del pueblo, vanguardia de la época y la columna de la nación".


UN HOMBRE QUE TRAE CAMBIOS

Hace cinco años, Xi, calificado por los medios de comunicación como el primer jefe del PCCh de la era de medios sociales, encabezó a los miembros recién elegidos del Comité Permanente del Buró Político del XVIII Comité Central del PCCh en su primera reunión con la prensa.

"En solo unos minutos, el hombre que dirigirá la nación más poblada del mundo en los próximos 10 años presentó su agenda. En resumen, revitalizar a la nación china, solucionar las quejas del pueblo y erradicar la corrupción. El señor Xi usó un lenguaje sencillo y fácil de entender para quienes no son miembros del Partido", dijo el diario Financial Times.

"Tiene la personalidad y la fuerza política para comenzar rápidamente y lanzar la innovación", señaló Joseph Fewsmith, experto en política de China de la Universidad de Boston.

Al tiempo que elogiaron su comportamiento apacible y seguro, muchos adoptaron la actitud de "esperar y ver", pues el nuevo líder se enfrentaba a una plétora de dificultades: una economía en desacelaración, una brecha de riqueza cada vez más ancha, corrupción y problemas ambientales.

La espera y la observación terminaron hace rato. Ya hay muchos que hablan de "cambios históricos" al describir lo que ocurrió en los siguientes 1.800 días.

Se adoptaron un total de 360 programas de reforma importantes y más de 1.500 medidas de reforma, que facilitaron el establecimiento de una estructura general de reforma en terrenos importantes.

La economía china se expandió a una tasa media anual del 7,2 por ciento entre 2013 y 2016, superando fácilmente el 2,5 por ciento del crecimiento global promedio.

Más de 60 millones de personas se liberaron de la pobreza.

En los últimos cinco años, las autoridades disciplinarias han investigado a 440 funcionarios a nivel provincial o del cuerpo del Ejército o superior por corrupción, mientras que una campaña en contra de los estilos de trabajo inapropiados ha garantizado que los 89 millones de miembros del Partido hayan permanecido puros y se hayan hecho más fuertes.

Los dos millones de militares chinos han transformado su ambiente político, su forma de organización, su sistema de fortaleza militar y su estilo de trabajo.

Se aplicó el "sistema de protección ambiental más estricto", y un elevado número de funcionarios fue castigado por su ineficiencia en este aspecto.

Además, China ha obtenido considerables progresos en el sector científico y tecnológico, logrando éxitos en proyectos como el laboratorio espacial, los sumergibles, el radiotelescopio y los satélites cuánticos.

Por primera vez en más de seis décadas, los líderes de las dos orillas del estrecho de Taiwan se reunieron en persona.

China está construyendo un nuevo tipo de relación entre potencias mundiales con Estados Unidos y Rusia.

La moneda china, el renminbi o yuan, ingresó a la canasta de Derechos Especiales de Giro del Fondo Monetario Internacional. Una propuesta sobre "una comunidad de futuro compartido" y la Iniciativa de la Franja y la Ruta fueron incorporadas en las resoluciones de la ONU.

Nada de esto ha sido fácil. Pero Xi y sus colegas han hecho que ocurra, gracias a la voluntad y al compromiso inquebrantables de Xi.

"Si el Partido y el pueblo necesitan que nos dediquemos, debemos hacerlo sin valicación. Si no pudiéramos hacerlo, ¿cómo podríamos pedir a los demás que lo hicieran?", dijo Xi en una reunión a la que asistieron los miembros del Buró Político del Comité Central del PCCh.

La hoja de ruta de Xi para el futuro de China es inspiradora: convertirse en un "gran país socialista moderno" después de que una sociedad moderadamente próspera en todos los aspectos se haya consolidado a más tardar en 2020. La modernización socialista se realizará básicamente de 2020 a 2035. Entre 2035 y mediados del siglo, China se hará un gran país socialista moderno próspero, fuerte, democrático, culturalmente avanzado, armonioso y hermoso.

Para entonces, China será un líder global en términos de fuerza nacional compuesta e influencia internacional. Se habrá logrado básicamente la prosperidad para cada uno, una perspectiva a la que la nación china ha venido aspirando desde la Guerra del Opio de 1840.

Xi Jinping guía a otros miembros del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) mientras revisan el juramento del PCCh durante su visita al sitio donde se celebró el primer Congreso Nacional del PCCh en 1921, en Shanghai, en el este de China, el 31 de octubre de 2017. (Xinhua/Lan Hongguang)

Xi Jinping guía a otros miembros del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) mientras revisan el juramento del PCCh durante su visita al sitio donde se celebró el primer Congreso Nacional del PCCh en 1921, en Shanghai, en el este de China, el 31 de octubre de 2017. (Xinhua/Lan Hongguang)

En este momento, Xi es el timonel indiscutible para conducir a China hacia este gran sueño.

Los medios de comunicación han descrito a Xi como "energético", "ambicioso", "sobrio" y "explorador".

Xi recibió la clasificación más alta entre 10 líderes mundiales en una encuesta publicada por el Centro Ash para la Gobernanza Democrática y la Innovación de la Escuela Kennedy de la Universidad de Harvard. Además, encabezó la clasificación doméstica que los encuestados hicieron de sus propios líderes.

Un informe de Nikkei del 19 de octubre señaló que Xi ha elaborado el proyecto de desarrollo de China en los próximos 30 años, y que se espera que Xi abra el camino para la gran causa de que China recupere su posición como potencia global.



UN NÚCLEO DEL PCCH FORJADO EN LA "GRAN LUCHA"

Cuando Xi asumió su cargo hace cinco años, su máxima prioridad era garantizar que todo el Partido obedeciese al Comité Central y apoyase su autoridad y liderazgo centralizado y unificado. El Partido tenía que afrontar su falta de impulso, la incompetencia, su desconexión del pueblo, la inacción y la corrupción. Entre estos fallos, la corrupción se convirtió en el mayor desafío. En opinión de Xi, si hubiese empeorado, habría causado el colapso del Partido y la caída del Estado. Habría sido imposible realizar ningún objetivo en la nueva época.

La campaña fue como ninguna otra en la historia de 96 años del PCCh y hasta el momento sigue teniendo tanto alcance y siendo tan implacable como ninguna otra de su tipo en el mundo. Uno de los primeros "tigres" --altos funcionarios corruptos-- en caer fue Li Chuncheng, exsubsecretario del comité provincial de Sichuan del PCCh. Llevaba menos de un mes siendo miembro suplente del XVIII Comité Central del PCCh cuando se abrió una investigación sobre él en diciembre de 2012. Poco después, las indagaciones sobre funcionarios de la administración central pasaron a ser algo que ocurría casi cada mes. En un solo mes, hasta siete "tigres" se sometieron al escrutinio de los investigadores.

Aunque el público había sido testigo de las plenas fuerzas de la campaña, el anuncio publicado en julio de 2014 de que Zhou Yongkang, exmiembro del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del PCCh, estaba siendo investigado sorprendió a mucha gente. Antes el pueblo chino dudaba de que el PCCh investigara a funcionarios a tan alto nivel. La comunidad internacional no se esperaba que Xi, que llevaba todavía poco tiempo en el cargo, tuviera la capacidad o la determinación de capturar a un "tigre tan grande".

En los últimos cinco años, un gran número de funcionarios con "sombreros de hierro" --aquellos que son poderosos y a los que es difícil apartar de su puesto-- han dimitido debido a la corrupción. Además del de Zhou Yongkang, se conocieron los casos de Bo Xilai, Guo Boxiong, Xu Caihou, Sun Zhengcai y Ling Jihua. Un total de 43 miembros y miembros suplentes del XVIII Comité Central del PCCh, así como nueve miembros de la Comisión Central de Control Disciplinario (CCCD), han sido investigados.

Xi despejó todas las dudas al afirmar: "Si no ofendemos a centenares de funcionarios corruptos, entonces ofenderemos a los 1.300 millones de chinos".

A aquellos que estaban preocupados por que la lucha contra la corrupción pudiese obstaculizar el desarrollo económico, Xi les contestó: "Por lo que veo, no se va a caer el cielo".

La gobernanza de Xi está lejos de desarrollarse sin contratiempos. Por el contrario, es un camino de "lucha". Dicha palabra apareció 23 veces en el informe que presentó ante el XIX Congreso Nacional.

En 2015, la campaña contra la corrupción fue descrita como "un punto muerto". En 2016, el PCCh estaba "ganando terreno para vencer la corrupción". Hoy en día, el PCCh ha "obtenido y consolidado un ímpetu aplastante". Los fugitivos que huyeron al extranjero están siendo buscados y capturados. Dentro del país, miles de funcionarios confesaron a las autoridades disciplinarias por iniciativa propia.

Cuando algunas voces propusieron tomarse un descanso ante los progresos obtenidos, Xi manifestó que el Partido no puede dejar esta campaña por haber obtenido una cosecha temprana. Al contrario, el Partido debe luchar por "una victoria aplastante" sobre la corrupción. Una obra popular de dibujos animados en internet muestra a Xi sobre un tigre golpeando la bestia con las manos.

Según el Buró Nacional de Estadísticas, cerca del 75 por ciento de los ciudadanos chinos se sentían satisfechos con los esfuerzos contra la corrupción en 2012. La cifra había subido al 92,9 por ciento en 2016.

Xi no depende solo de combatir a los "tigres" y aplastar a las "moscas" --funcionarios corruptos de nivel bajo-- para establecer su autoridad.

A comienzos de 2013, cuando Xi leyó un artículo titulado "Internautas piden frenar despilfarro en comida" de la Agencia de Noticias Xinhua, dio la instrucción de que había que "parar el despilfarro". Subrayó la erradicación de esta realidad en los fondos públicos. Tras cinco años de esfuerzos, el PCCh frenó esta tendencia nociva, una misión que parecía imposible de realizar en el pasado.

"El público reveló que los fondos para actividades recreativas como cenas y bebidas podían ser de en torno a 200.000 millones de yuanes cada año, pero nadie sabía cómo combatirlo. Con unas normas de ocho puntos sobre austeridad, el problema se ha resuelto", dijo el subsecretario de la CCCD, Yang Xiaodu.

La norma hizo explícitos los requisitos para que los altos funcionarios mejorasen su trabajo en ocho aspectos y se centraba en rechazar el despilfarro y reducir visitas, reuniones burocráticas y conversaciones vacías.

"Las normas de ocho puntos han cambiado China", agregó Yang.

"El pueblo nos ha otorgado el poder, así que debemos dedicar nuestra vida al Partido y al país y servir al Partido y al país dignamente. Debemos hacer lo que debemos hacer. Si nuestro trabajo tiene que molestar a alguien, debemos molestarle", señaló Xi.

Xi decía esto de verdad. Puso en marcha la campaña de línea de masas para acercar a los funcionarios del Partido al pueblo. Exigió a los funcionarios cumplir los "estrictos" y "serios" requisitos relativos a ser estrictos consigo mismos en la práctica del autoperfeccionamiento, en el uso del poder y en el ejercicio de la autodisciplina y a ser serios en sus pensamientos, trabajo y comportamiento. El Partido también ha pedido a todos sus miembros que tengan una comprensión profunda de los Estatutos del Partido, las normas del Partido y los principales objetivos de las políticas y que cumplan los estándares de comportamiento del Partido.

El PCCh también pondrá en marcha una campaña con el tema de "permanecer fieles a la misión fundacional", a fin de permitir que todos los miembros del Partido se armen con las nuevas teorías del Partido y sean más decididos a la hora de trabajar incansablemente, con el objetivo de cumplir la misión histórica del Partido.

Con estas campañas, el Partido transmite y expande el desarrollo del comunismo de un pequeño grupo de funcionarios clave a todos los miembros del Partido.

El Partido ha revisado sus normas sobre los castigos disciplinarios y el código de honestidad y autodisciplina. Los entusiastas de la burocracia están perdiendo poder e influencia. En los últimos cinco años, más de 5.000 "funcionarios desnudos" --aquellos cuyos cónyuge e hijos se han trasladado al extranjero-- han sido destituidos de sus cargos. Más de 22.000 funcionarios a nivel de distrito o superior tuvieron que asumir cambios en sus cargos según su desempeño.

El estatus de Xi como "núcleo" del Comité Central del PCCh y todo el Partido fue ratificado en la sexta sesión plenaria de la XVIII Comisión Central del PCCh. Está ampliamente admitido que cuando un Partido tan grande como el PCCh gobierna un país tan grande, las dificultades son inevitables. Sin un núcleo fuerte de liderazgo es difícil mantener la unidad del pensamiento del Partido y la solidaridad en toda la nación. Un liderazgo débil hace imposible cualquier logro, por no mencionar la victoria en una "gran lucha con muchas nuevas características contemporáneas".

El espíritu indomable de Xi nace de su fe en el marxismo. Uno de sus colegas escribió en un artículo que los discursos de Xi están "llenos de una firme fe en el comunismo y el socialismo".

En su visita a la exposición de "El camino hacia la renovación" el 29 de noviembre de 2012 en el Museo Nacional, Xi contó una historia sobre Chen Wangdao, que se concentró tanto en traducir el Manifiesto Comunista que se encontró a sí mismo comiendo la tinta en lugar de azúcar moreno. Xi citó las palabras de Chen: "El sabor de la verdad es tan dulce".

Xi también saca fuerza de sus padres, Xi Zhongxun y Qi Xin, que participaron en la revolución cuando eran muy jóvenes. En 1962 comenzó una persecución política que Xi Zhongxun sufrió durante 16 años. No obstante, nunca se rindió ante la adversidad e incluso ayudó a limpiar los nombres de otros que también fueron perseguidos.

Cuando su padre se vio perjudicado y cayó en desgracia, Xi Jinping pasó por momentos difíciles.

En una de las cartas a su padre, Xi Jinping destacaba que incluso cuando Xi Zhongxun estaba atrapado por la adversidad, "todavía conservaba una fe inquebrantable en el comunismo y la confianza en la grandeza, la corrección y la gloria del Partido".

"Tus palabras y acciones han señalado la dirección correcta para que avancemos", escribió.

Xi también recordó que cuando tenía cinco o seis años fue con su madre a comprar libros de imágenes como la biografía de Yue Fei, un comandante militar patriota de la dinastía Song del Sur y la historia que la madre de Yue le tatuó en la espalda para recordarle que se dedicase al país.

"Jing zhong bao guo (Servir al país con total lealtad). No he olvidado esos cuatro caracteres desde entonces. Es lo que buscaré toda mi vida", agregó Xi.

Cuando era joven, Xi solicitó unirse a la Liga de la Juventud Comunista ocho veces y al PCCh, 10 veces. Finalmente, entró en el Partido a los 20 años de edad.



UN SERVIDOR DEL PUEBLO

"Xi es un gran líder. Él no solo trabaja en su oficina, sino también entre la gente", dice Keovichith Lamngeun, un lingüista laosiano que trabajó como uno de los nueve traductores extranjeros del informe al congreso.

"Desde mi punto de vista, la ciudadanía en general gusta de Xi, porque él ha traído cambios", dice, a su vez, Peggy Cantave Fuyet, quien estuvo a cargo de la versión francesa del informe.

En muchas ocasiones a lo largo de los últimos años, el secretario general apareció de repente entre multitudes de personas del común en medio de gritos de admiración y del ruido y los destellos de las cámaras de los teléfonos celulares.

Xi Jinping visita a personas en la aldea de Liangjiahe, municipio de Wen'anyi del distrito de Yanchuan, en Yan'an, provincia de Shaanxi, en el noroeste de China, el 13 de febrero de 2015. (Xinhua/Lan Hongguang)

Xi Jinping visita a personas en la aldea de Liangjiahe, municipio de Wen'anyi del distrito de Yanchuan, en Yan'an, provincia de Shaanxi, en el noroeste de China, el 13 de febrero de 2015. (Xinhua/Lan Hongguang)

Él hizo fila y comió junto con otros ciudadanos en un restaurante cualquiera. Él mismo fue a comprar regalos para dar a sus amigos y viejos conocidos en una aldea rural en la que trabajó décadas atrás bajo la modalidad de "joven educado". También ha desafiado duras condiciones climáticas para dialogar cara a cara con obreros y trabajadores en regiones apartadas.

Ha visitado las casas de varias familias comunes y corrientes, sus cocinas y sus establos, ha revisado menús de hogares de ancianos y les ha hablado a los jóvenes sobre la importancia de conservar las virtudes.

Durante una visita a una zona devastada por un terremoto, no tuvo problema en pasar la noche en una casa prefabricada de las mismas que se habían instalado para los damnificados.

Xi Jinping inspecciona el puerto de contenedores de Yangluo en Wuhan, capital de la provincia de Hubei, en el centro de China, el 21 de julio de 2013. (Xinhua/Li Xueren)

Xi Jinping inspecciona el puerto de contenedores de Yangluo en Wuhan, capital de la provincia de Hubei, en el centro de China, el 21 de julio de 2013. (Xinhua/Li Xueren)

Xi Jinping visita a los aldeanos en un sitio de refugio temporal en el distrito de Ludian, que experimentó un sismo de 6.5 grados de magnitud en agosto de 2014, en la provincia de Yunnan, en el suroeste de China, el 19 de enero de 2015. (Xinhua/Ju Peng)

Xi Jinping visita a los aldeanos en un sitio de refugio temporal en el distrito de Ludian, que experimentó un sismo de 6.5 grados de magnitud en agosto de 2014, en la provincia de Yunnan, en el suroeste de China, el 19 de enero de 2015. (Xinhua/Ju Peng)

Una vez, visitó una zona de "hutongs" (callejones) en Beijing en un día de alta contaminación, y habló con los residentes de la zona sobre los aspectos que más preocupan a cualquier ciudadano, el empleo, los salarios, la forma en que calientan sus viviendas durante el invierno, e incluso la distancia entre sus pequeños inmuebles y el sanitario más cercano.

Todas las áreas del país incluidas en la categoría de "pobreza extrema" han recibido la visita de Xi Jinping.

En el XIX Congreso Nacional del PCCh, participó como delegado de la provincia suroccidental de Guizhou, una de las más pobres del país, con un PIB per cápita de alrededor de 33.000 yuanes (4.980 dólares), lo que en 2016 estaba unos 20.000 yuanes por debajo del promedio nacional.

Durante un panel de discusión, cuando Xi se sentó a dialogar con otros delegados de la provincia, nadie tenía muy claro cómo avanzaría la charla. Pero muy pronto, y con no poca sorpresa, los delegados se encontraron discutiendo con él sobre los platos más populares que se pueden preparar con cerdo, el licor por el que Guizhou es famosa en toda China, e incluso en otros países, y la posibilidad de pasar unas buenas vacaciones en las montañas locales, todas estas estrategias que podrían aumentar los ingresos de la población local.

Los informes de los medios sobre esta reunión se han hecho virales en la red, y cuentan ya con incontables "Me gusta".

En el proyecto de "un gran país socialista moderno", la gente siempre tiene un papel protagónico.

La aspiración original y la misión de los comunistas chinos es buscar la felicidad del pueblo chino y el rejuvenecimiento de la nación china, dijo Xi a unos 2.300 delegados en el congreso.

En noviembre de 2013, durante una gira de inspección por la provincia central de Hunan, Xi visitó Shibadong, una aldea de la minoría étnica miao que por ese entonces estaba categorizada como "pobre".

"¿Cómo debo llamarle?", le preguntó Shi Pazhuan, una campesina analfabeta, al darle bienvenida a Xi en su casa. "Yo soy un servidor del pueblo", se presentó él.

Xi Jinping conversa con aldeanos y cuadros locales en la aldea de Shibadong en el municipio de Paibi del distrito de Huayuan en la prefectura autónoma Tujia-Miao de Xiangxi, provincia de Hunan, en el centro de China, el 3 de noviembre de 2013. (Xinhua/Wang Ye)

Xi Jinping conversa con aldeanos y cuadros locales en la aldea de Shibadong en el municipio de Paibi del distrito de Huayuan en la prefectura autónoma Tujia-Miao de Xiangxi, provincia de Hunan, en el centro de China, el 3 de noviembre de 2013. (Xinhua/Wang Ye)

Durante ese viaje, Xi presentó el concepto de la "reducción focalizada de la pobreza". Entre las medidas contempladas está un sistema para hacer un seguimiento a cada hogar e individuo en condiciones de pobreza, a fin de garantizar que las acciones tomadas surtan efecto.

Para Shi, la "reducción focalizada de la pobreza" se ha traducido en subsidios del gobierno para financiar una plantación de kiwis que les ha significado a ella y a sus vecinos un incremento en sus ingresos.

A Xi le satisfizo saber que la gente de Shibadong había superado la pobreza.

Xi Jinping posa para una fotografía grupal con alumnos y maestros de la escuela primaria central en el municipio de Tokkuzak, distrito de Shufu, en la región autónoma uygur de Xinjiang, en el noroeste de China, el 28 de abril de 2014. (Xinhua/Xie Huanchi)

Xi Jinping posa para una fotografía grupal con alumnos y maestros de la escuela primaria central en el municipio de Tokkuzak, distrito de Shufu, en la región autónoma uygur de Xinjiang, en el noroeste de China, el 28 de abril de 2014. (Xinhua/Xie Huanchi)

El compromiso que él ha asumido es el de sacar de la pobreza a los más de 40 millones de personas que permanecen en esa condición a más tardar en 2020, un paso sin precedentes en la historia de la humanidad.

Garantizar el sustento para más de 1.300 millones de personas que tiene China es, en sí mismo, un gran logro. No obstante, Xi persiste.

Xi Jinping conversa con aldeanos y cuadros locales en la vivienda del aldeano Xu Haicheng, en la aldea de Desheng, municipio de Xiaoertai del distrito de Zhangbei, provincia de Hebei, en el norte de China, el 24 de enero de 2017. (Xinhua/Lan Hongguang)

Xi Jinping conversa con aldeanos y cuadros locales en la vivienda del aldeano Xu Haicheng, en la aldea de Desheng, municipio de Xiaoertai del distrito de Zhangbei, provincia de Hebei, en el norte de China, el 24 de enero de 2017. (Xinhua/Lan Hongguang)

Él está decidido a que la gente viva mejor, a que tenga mejor educación, ingresos más altos, empleos más estables una seguridad social más confiable, mejores servicios médicos, condiciones de vida más cómodas, un ambiente más puro y una vida cultural más rica.

Ahora que el socialismo con características chinas ha entrado en una nueva era, Xi dijo que la principal contradicción que enfrenta la sociedad china ha evolucionado para convertirse en una "entre un desarrollo desequilibrado e inadecuado y las necesidades siempre crecientes de la gente por una vida mejor".

Para satisfacer las necesidades de la gente, Xi se está esforzando por garantizar un acceso igualitario a una educación de calidad para cada niño en el país.

Ha presidido reuniones del Grupo Dirigente Central para la Profundización de la Reforma en las que se han discutido trascendentales políticas en relación con la reforma del sistema de salud, y en las que crear "una China saludable" ha sido elevada a la categoría de estrategia nacional.

El sistema de protección de derechos de propiedad está siendo mejorado para dar a la gente mayor tranquilidad y confianza.

La reforma del sistema de registro de residencia garantizará un acceso igualitario a los servicios públicos para más gente.

Xi Jinping posa para una fotografía grupal con trabajadores de Neusoft en Dalian, provincia de Liaoning, en el noreste de China, el 29 de agosto de 2013. (Xinhua/Ju Peng)

Xi Jinping posa para una fotografía grupal con trabajadores de Neusoft en Dalian, provincia de Liaoning, en el noreste de China, el 29 de agosto de 2013. (Xinhua/Ju Peng)

Xi Jinping está poniendo en práctica el principio del PCCh de servir a la gente incondicionalmente. Lo que lo hace diferente podría estar en sus experiencias de vivir y trabajar como un "joven educado", categoría en la que estaban los jóvenes de las ciudades que fueron enviados a áreas rurales remotas a "aprender de los campesinos" durante la Revolución Cultural. Él estuvo en Liangjiahe, una pequeña aldea de la provincia noroccidental de Shaanxi, entre 1969 y 1975.

"En ese tiempo hice todo tipo de trabajos: recuperé terrenos baldíos, aré y cultivé la tierra, reitré malezas, cuidé del ganado, cargué carbón, cargué estiércol...", recuerda Xi. "Pude entender el significado de 'realidad', de 'buscar la verdad' y de 'masas'. Todo esto dio a mi vida inspiración perdurable", agrega.

Xi Jinping tiene razones de sobra para sentirse confiado sobre su entendimiento de la vida proletaria en este superpoblado país. Durante sus cerca de 44 años de vida política ascendió desde la modesta posición de jefe de base del Partido hasta el liderazgo del PCCh, pasó de ser un ciudadano corriente a ser el presidente del país y de ser un oficial ordinario de las fuerzas armadas a ser la mayor autoridad castrense.

Él ha trabajado en dependencias del Partido, del gobierno y de las fuerzas militares, ocupando cargos a todos los niveles, desde los de aldea y distrito hasta los de provincia y de las autoridades centrales. Y dondequiera que ha trabajado, ha causado un impacto notable.

Él encabeza al PCCh a la hora de servir a los intereses de la gente -que usualmente son a largo plazo-, con visión de futuro y consideraciones que pueden ser llevadas a cabo.

"Yo respeto a Xi. El líder chino tiene las cualidades necesarias para la nueva era", asegura Olga Migunova, traductora y ligüista de Rusia.



ESTRATEGA DETRÁS DE LA REFORMA DE CHINA

Xi ha puesto en marcha las reformas de mayor escala del mundo para avanzar en la modernización de China en el siglo XXI.

Unas tres semanas después de asumir su puesto de secretario general del PCCh en 2012, Xi recorrió la misma ruta que tomó su predecesor Deng Xiaoping en 1992, hasta la provincia meridional china de Guangdong, el frente de reforma de hace más de 30 años.

"La reforma y la apertura al exterior deciden el destino de China", dijo Xi en Guangdong.

Tras más de 30 años de reforma y apertura, lo que persiste tras el milagro económico son los obstáculos más pertinaces, tales como la mentalidad anticuada, los defectos institucionales profundamente arraigadas y los fuertes intereses creados.

Muchos de quienes cuestionaron el futuro del país armaron una serie de teorías, desde el aterrizaje forzoso económico hasta el colapso total, pero Xi es plenamente consciente de su responsabilidad.

"He estado ansioso día y noche por temor a no hacer honor a la confianza recibida cuando me fue asignada la gran misión", indicó Xi en una reunión con altos cargos militares poco después de asumir el cargo, citando a Zhuge Liang, un político de hace unos 1.800 años, conocido por su pensamiento estratégico y diligencia.

Xi trazó su diseño y proyecto estratégico de máximo nivel mediante el plan integrado de cinco áreas; a saber: promover el progreso económico, político, cultural, social y ecológico coordinado, y la estrategia integral de cuatro vertientes, que supone actuar extensivamente para completar la construcción de una sociedad moderadamente próspera en todos los aspectos, profundizar en la reforma, avanzar en la gobernanza basada en la ley y fortalecer el autogobierno del Partido.

El secretario general definió la presente fase de desarrollo económico de China como "la nueva normalidad", que demanda nuevas alternativas para el crecimiento, la estructura y la fuerza motriz de la economía.

Xi dirigió desde abril de 2013 un equipo de funcionarios dedicados a elaborar un informe clave para la tercera sesión plenaria del XVIII Comité Central del PCCh, un documento que posteriormente fue la base de la reforma subsiguiente.

"Recibimos más de 10.000 propuestas de varios departamentos y autoridades locales. Lo difícil fue establecer prioridades", recordó Zheng Xinli, exsubdirector de la Oficina de Estudio de Políticas del Comité Central del PCCh. "Fue Xi quien tomó la decisión final de concentrarse en la debilidad institucional, los problemas que provocaban los conflictos sociales más graves y los que más peticiones de solución generaron entre el público".

También fue Xi quien tuvo la última palabra sobre una de las mayores innovaciones del borrador, que fue la de replantear el papel del mercado en la distribución de los recursos de "un papel básico" que había sido reiterado por numerosos documentos del Partido desde 1992, a "un papel decisivo", un gran salto en la relación entre el mercado y el gobierno.

Siguiendo el plan se realizaron una serie de reforma que abordaron las áreas más difíciles y complicadas, desde las empresas de propiedad estatal, el registro civil, la administración fiscal o los terrenos rurales hasta los hospitales públicos.

Algunas de dichas reformas habían sido consideradas anteriormente como demasiado delicadas para acometerse.

El exhaustivo plan de reforma de 2013 incluyó un cambio de política sobre las viviendas proporcionadas a los altos funcionarios. Durante años a estos les eran concedidas residencias permanentes que podían ocupar con sus familiares incluso después de la jubilación. Dar alojamiento solamente a funcionarios en activo era una posibilidad ya discutida pero no adoptada hasta la época de Xi.

Xi fue denominado "el líder de nuestro grupo" por el Diario del Pueblo, periódico emblema del PCCh, pues en los cinco años precedentes el dirigente había presidido numerosos grupos directores sobre cuestiones clave como la reforma integral, la seguridad de internet, la reforma militar o los asuntos financieros y económicos. Xi también anunció que el PCCh establecería un grupo dirigente central para avanzar en la gobernanza interdisciplinar basada en la ley.

Xi intervino personalmente en la labor de dichos grupos, revisando cada borrador de las principales medidas de reforma frase por frase.

Fuentes cercanas al secretario general aseguraron a Xinhua que todos los informes que le son entregados, incluso a última hora de la tarde, son devueltos con las instrucciones adecuadas la mañana siguiente.

Bajo la dirección de Xi, China ha entrado en una etapa de reforma y apertura al exterior más profunda e integral.

Está cobrando forma una economía moderna, en la estela de la reforma estructural a gran escala por el lado de la oferta y los proyectos para promover la innovación, la revitalización rural, el desarrollo regional coordinado, la economía de mercado socialista y la apertura al exterior.

Para ayudar a los funcionarios a entender plenamente la necesidad y la urgencia de la reforma estructural por el lado de la oferta, Xi les relató historias de la obsesión de los turistas chinos por las arroceras y tapas de inodoro eléctricas de fabricación japonesa, un ejemplo de la atención que presta al devenir cotidiano

La visión de Xi se materializó en el acto que estableció la meta integral de profundizar en la reforma al tiempo que se mejora y desarrolla el sistema del socialismo con características chinas y se moderniza el sistema del país y su capacidad de gobierno.

La campaña para dotar de mayor alcance a las instituciones gubernamentales y hacerlas más estables y eficientes fue aplaudida como "la quinta modernización", un añadido a la conocida consigna de las "cuatro modernizaciones" (agricultura, industria, defensa y ciencia) presentada por primera vez por el Partido en los años 60.

El diseño de la modernización de China incluyó otros numerosos componentes, desde el gobierno basada en la ley, el respeto por el medio ambiente o los valores socialistas centrales hasta la confianza cultural.

La visión de Xi de "un gran país socialista moderno", que tiene como fin alcanzar el triunfo del socialismo sobre el capitalismo en todos los aspectos, no sólo orienta a China para evitar caer en la trampa de las rentas medias sino que también constituye un modelo para la gobernanza de los países socialistas.


MÁXIMO LIDERAZGO REFORMANDO EL EJÉRCITO

Xi Jinping inspecciona una guardia de honor en el portaaviones Liaoning, en la provincia de Liaoning, en el noreste de China, el 28 de agosto de 2013.(Xinhua/Li Gang)

Xi Jinping inspecciona una guardia de honor en el portaaviones Liaoning, en la provincia de Liaoning, en el noreste de China, el 28 de agosto de 2013.(Xinhua/Li Gang)

Como presidente de la Comisión Militar Central (CMC), Xi afronta la tarea de garantizar que el mayor ejército del mundo realice el decisivo salto de ejército simplemente grande a uno fuerte.

Para alcanzar este objetivo, el comandante en jefe de más de dos millones de efectivos ha trazado un plan de dos pasos.

"Nuestra meta es concluir básicamente la modernización de la defensa nacional y del Ejército para 2035, y culminar la transformación integral del Ejército Popular en un ejército de primer orden mundial a mediados de este siglo", señaló Xi en el informe presentado ante el XIX Congreso Nacional del PCCh.

Ninguna de las dos metas es fácil de lograr, y Xi ha acudido a la recuperación del espíritu revolucionario del ejército en tiempo de guerra en búsqueda de ímpetu.

A instancia de Xi, una reunión sobre las labores políticas del ejército se celebró en octubre de 2014 en el poblado de Gutian, en la provincia de Fujian, el mismo lugar donde Mao Zedong presidió un congreso en el que se estableció el principio del liderazgo absoluto del Partido sobre el Ejército en 1929.

Una de las citas más famosas de Mao fue: "El poder político crece en el cañón de un arma de fuego". Por el momento, el ejército afronta muchas diferentes tareas y misiones en la nueva era: desde salvaguardar la soberanía territorial de un vasto espacio terrestre, marítimo y aéreo, a facilitar la unificación nacional; de proteger los crecientes intereses en el ultramar de China, a combatir el terrorismo y los desastres.

Sin embargo, para Xi, la máxima prioridad continúa siendo la misma de hace ocho décadas: poner todo el Ejército bajo un comando unificado y absoluto, y garantizar que las fuerzas armadas obedezcan las órdenes del Partido.

En la nueva reunión de Gutian, Xi reiteró las gloriosas tradiciones y principios del Ejército Popular de Liberación (EPL) en lo relativo a la lealtad política y al liderazgo del Partido.

También puntualizó destacados problemas que "se deben resolver de inmediato, para que no causen degradación y desviación".

Desde el XVIII Congreso Nacional del PCCh, más de 100 funcionarios del EPL por encima del cuerpo del Ejército, entre ellos los exvicepresidentes de la CMC Guo Boxiong y Xu Caihou, han sido investigados y castigados. Este número es ya mayor que el de los generales del ejército que murieron en el campo de batalla durante la época revolucionaria.

Por orden de Xi, una nueva comisión disciplinaria y la comisión para asuntos políticos y legales fueron creadas bajo la CMC, y más de 40 leyes y reglamentos entraron en vigor durante los últimos cinco años, preservando la conducta modelo, la disciplina estricta y la moral alta del EPL.

Xi también instó al Ejército a abandonar todas las actividades empresariales, una medida que tocó enormes intereses personales. Algunas personas expresaron sus reservas, pero Xi continuó a pesar de todo.

"El Ejército debe actuar como un ejército", subrayó Xi.

Todo eso ha empujado al EPL a enfocarse en mejorar su capacidad de combate, las cuales, según Xi, deben ser el "único y fundamental" estándar del ejército.

Xi también es muy consciente de la necesidad de mejorar la capacidad de combate del EPL. En 2012, enfatizó ante los altos generales que la capacidad de combate del EPL se quedó atrás para ganar en la guerra moderna.

"Quedarse atrás en el frente militar es letal para la seguridad del país", indicó, "He leído mucho sobre la historia moderna de China, y me duele mucho cada vez que nos quedamos atrás (en construcción militar) y fuimos víctimas de la invasión y la agresión".

Xi Jinping conversa con soldados a bordo del destructor naval Haikou durante su inspección en el teatro de operaciones militares de Guangzhou del Ejército Popular de Liberación (EPL), el 8 de diciembre de 2012.(Xinhua/Wang Jianmin)

Xi Jinping conversa con soldados a bordo del destructor naval Haikou durante su inspección en el teatro de operaciones militares de Guangzhou del Ejército Popular de Liberación (EPL), el 8 de diciembre de 2012.(Xinhua/Wang Jianmin)

Para asegurar que la agonizante historia no se repita, Xi ha encabezado una reforma militar y de defensa nacional desde 2015.

Las organizaciones militares fueron renovadas y fue introducido un sistema de comando de combate conjunto. Los cuatro departamentos militares, Estado Mayor, Política, Logística y Armamento, fueron reorganizados en 15 agencias, mientras que los siete comandos previos del área militar fueron reagrupados en cinco comandos de teatro.

Al mismo tiempo, el porcentaje del personal militar entre todo el EPL fue reducido a menos de la mitad, y se establecieron una nueva Fuerza de Cohetes y la Fuerza de Apoyo Estratégico.

El número de oficiales del Ejército se redujo en un 30 por ciento, y cientos de generales cambiaron de puesto.

La inflexible resolución de Xi da sólidos resultados. El EPL ha conseguido enormes avances en los últimos cinco años para materializar la modernización.

Se creó un sistema de comando de combate que incluye la CMC, los comandos de teatro y las tropas, junto con un sistema de administración que conecta la CMC con las fuerzas armadas y luego con las tropas.

La integración civil-militar ya es una estrategia nacional, y la ciencia e innovación irradia una mayor vitalidad.

En los últimos cinco años, se lanzó el segundo portaaviones de China, se pusieron en servicio más buques de guerra, y se estrenaron nuevos aviones de combate, drones y misiles. También se obtuvieron avances en la investigación de nuevos armamentos militares, tales como el sistema de navegación satelital.

El EPL es ahora una fuerza más ágil con una mejor estructura y más servicios equilibrados, una que cobra vigor menos de su tamaño y más de su capacidad y eficiencia de combate.

Expertos militares creen que la última ronda de reforma lanzada por Xi constituye el mayor cambio para la estructura del ELP desde la fundación de la República Popular China en 1949.

La afinidad de Xi por el EPL se remonta a sus primeros días. De hecho, Xi frecuentemente se llama a sí mismo un "veterano".

En 1979, justo después de graduarse de la Universidad Tsinghua, Xi se unió al Ejército, sirviendo como secretario del por entonces ministro de defensa nacional en la oficina general de la CMC.

Él era visto con frecuencia con su desteñido uniforme militar, a veces con una bolsa de ejército, tres años después, cuando se convirtió en subjefe del Partido del distrito de Zhengding, en la provincia de Hebei. Debido a su trabajo, viajó por todo el país en las siguientes décadas, Xi también ocupó puestos concurrentes en el Ejército.

Aún hoy tiene una foto en la que lleva uniforme militar colocada en su mesa en el complejo del liderazgo chino Zhongnanhai en el centro de Beijing.

"Cuando era joven, aprendí mucho sobre la historia del EPL, y he admirado el carisma de los líderes de la anterior generación del Ejército", afirmó a los altos funcionarios militares en julio de 2013. "Mi sincero apego al Ejército data de mi juventud".

Pero Xi no solamente dirige el EPL sentado detrás de su mesa.

Durante los últimos cinco años, se ha sentado en la cabina del último bombardero de la Fuerza Aérea, abordado el más reciente submarino de la Marina y supervisado programas de entrenamiento de aviones del EPL a bordo de buques.

Sus viajes de inspección nacional lo han llevado a islas, pasos transfronterizos remotos, así como al áspero desierto de Gobi, y visita a las tropas locales adondequiera que va.

Xi Jinping visita a los soldados en servicio en un puesto fronterizo en la Región Autónoma de Mongolia Interior, en el norte de China, el 26 de enero de 2014. "Hoy, vigilaré junto con ustedes," dijo Xi a los soldados. (Xinhua/Li Gang)

Xi Jinping visita a los soldados en servicio en un puesto fronterizo en la Región Autónoma de Mongolia Interior, en el norte de China, el 26 de enero de 2014. "Hoy, vigilaré junto con ustedes," dijo Xi a los soldados. (Xinhua/Li Gang)

Xi cena con soldados jóvenes, comprueba la temperatura de sus duchas en el dormitorio y les presiona para que no retrasen sus bodas.

A principios de 2014, Xi visitó soldados apostados en Mongolia Interior en vísperas del Año Nuevo Lunar chino. Subió, contra los vientos helados y nieve embravecida, por la empinada escalinata hasta un puesto de vigía a lo largo de la frontera entre China y Mongolia, y firmó su nombre en el registro.

"Hoy, vigilaré con ustedes", indicó Xi a los soldados.

Xi Jinping inspecciona las fuerzas armadas como parte de las conmemoraciones llevadas a cabo con motivo del 90 aniversario de la fundación del Ejército Popular de Liberación (EPL) en la base de entrenamiento militar de Zhurihe en la Región Autónoma de Mongolia Interior, en el norte de China, el 30 de julio de 2017. (Xinhua/Li Gang)

Xi Jinping inspecciona las fuerzas armadas como parte de las conmemoraciones llevadas a cabo con motivo del 90 aniversario de la fundación del Ejército Popular de Liberación (EPL) en la base de entrenamiento militar de Zhurihe en la Región Autónoma de Mongolia Interior, en el norte de China, el 30 de julio de 2017. (Xinhua/Li Gang)

Dentro de cinco años, Xi había inspeccionado dos desfiles militares. A finales de este julio, Xi, vestido con camuflaje militar y un gorro de campo, permaneció de pie en un jeep de techo abierto que circulaba lentamente ante las formaciones de tropas, quienes se pararon firmes y en silencio en la base de entrenamiento militar de Zhurihe, en vísperas del 90º aniversario de la fundación del EPL.

El EPL organizó raramente desfiles el el campo de este tipo en el pasado.

El otro desfile se celebró en 2015 con motivo del 70º aniversario de la victoria en la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa y en la Guerra Antifascista Mundial.

Por su orden, más de 50 generales del EPL hicieron una aparición inusual al dirigir a las formaciones a pie y de escalón aéreo. Cerca de 1.000 militares extranjeros de 17 países, entre ellos de Rusia, desfilaron ante docenas de jefes de estado y líderes de gobiernos junto con Xi en la Tribuna de Tian'anmen.

Antes del desfile, Xi anunció la reducción del número de soldados en 300.000 y destacó la aspiración de China a la paz.

Este anuncio es la cristalización de la política de defensa nacional de China, la cual es de naturaleza defensiva.

El sueño chino de la construcción de un fuerte ejército es, en esencia, un sueño de paz.

Según las propias palabras de Xi, "el único que puede acabar la guerra es el capaz de ella, y el único que puede evitar una guerra es el que está listo para ella, y aquellos que no pueden combatir solamente quedan vulnerables a la agresión".

Xi Jinping pronuncia un discurso en el debate general de la 70 sesión de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la sede de la ONU en Nueva York, Estados Unidos, el 28 de septiembre de 2015. (Xinhua/Pang Xinglei)

Xi Jinping pronuncia un discurso en el debate general de la 70 sesión de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la sede de la ONU en Nueva York, Estados Unidos, el 28 de septiembre de 2015. (Xinhua/Pang Xinglei)

En enero de 2017 Xi Jinping se trasladó a Ginebra, un lugar que ha sido testigo desde hace tiempo del desarrollo de la diplomacia en la nueva China, y pronunció un discurso de apertura titulado "Trabajar juntos para construir una comunidad de futuro compartido para la humanidad".

En un discurso de 47 minutos, Xi recibió más de 30 rondas de aplausos. En las partes clave de su intervención, casi cada oración fue respondida con un aplauso.

Describió esta comunidad de futuro compartido como un mundo abierto, inclusivo, limpio y hermoso con una paz duradera, una seguridad común y prosperidad.

Xi Jinping pronuncia el discurso de apertura titulado "Trabajar Juntos para Construir una Comunidad de Futuro Compartido para la Humanidad" en la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Ginebra, Suiza, el 18 de enero de 2017. (Xinhua/Rao Aimin)

Xi Jinping pronuncia el discurso de apertura titulado "Trabajar Juntos para Construir una Comunidad de Futuro Compartido para la Humanidad" en la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Ginebra, Suiza, el 18 de enero de 2017. (Xinhua/Rao Aimin)

El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, manifestó que la ONU se unirá a China en la promoción de la paz y el desarrollo mundiales y en la consecución de la meta de construir una comunidad de futuro compartido para la humanidad.

En febrero, la 55ª Comisión de Desarrollo Social aprobó una resolución por consenso que llama a que se dé más apoyo al desarrollo económico y social de África abrazando el espíritu de la construcción de "una comunidad humana con un destino compartido".

"Es la primera vez que una resolución de la ONU incorpora este importante concepto chino", señalaron los diplomáticos.

En junio de 2016, en la ceremonia con motivo de la llegada de un tren de carga entre China y Europa a Varsovia, Xi Jinping y el presidente polaco, Andrzej Duda, probaron manzanas polacas juntos. Ahora se exportan productos polacos como las manzanas a China con la ayuda de la Iniciativa de la Franja y la Ruta.

Xi Jinping pronuncia un discurso de apertura en la ceremonia de inauguración del Foro de la Franja y la Ruta (FFR) para la Cooperación Internacional en Beijing, capital de China, el 14 de mayo de 2017. (Xinhua/Ma Zhancheng)

Xi Jinping pronuncia un discurso de apertura en la ceremonia de inauguración del Foro de la Franja y la Ruta (FFR) para la Cooperación Internacional en Beijing, capital de China, el 14 de mayo de 2017. (Xinhua/Ma Zhancheng)

Como arquitecto jefe de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, Xi ha proporcionado una plataforma inclusiva para que los países aceleren su desarrollo. Más de 100 países y organizaciones internacionales han trasladado su apoyo o han participado en la iniciativa.

En mayo de 2017, Xi Jinping presidió el Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional, el encuentro internacional de más prestigio que China haya puesto en marcha nunca. Representantes de las principales economías mundiales, incluidos todos los países del G7, estuvieron presentes en el evento.

Xi Jinping pronuncia un discurso de apertura en la sesión plenaria inaugural de la reunión anual del Foro Económico Mundial 2017, en Davos, Suiza, el 17 de enero de 2017. (Xinhua/Lan Hongguang)

Xi Jinping pronuncia un discurso de apertura en la sesión plenaria inaugural de la reunión anual del Foro Económico Mundial 2017, en Davos, Suiza, el 17 de enero de 2017. (Xinhua/Lan Hongguang)

Para la comunidad internacional, Xi Jinping es un firme defensor de la globalización económica. Fue el primer jefe de Estado chino que asistió al Foro Económico Mundial de Davos.

El discurso que dio allí fue impresionante: "Perseguir el proteccionismo es como encerrarse uno mismo en una habitación oscura. Aunque puede que se mantengan fuera el viento y la lluvia, la habitación oscura también bloquea la luz y el aire. Nadie saldrá ganador en una guerra comercial".

El periódico alemán Handelsblatt indicó que el presidente chino estaba abogando por una globalización más justa en su discurso. El líder del mayor partido comunista del mundo se podría convertir en el mayor defensor del libre comercio en Davos.

Xi Jinping y otros líderes y representantes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) se dirigen a plantar árboles para celebrar la amistad en la familia del APEC en Beijing, capital de China, el 11 de noviembre de 2014. (Xinhua/Lan Hongguang)

Xi Jinping y otros líderes y representantes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) se dirigen a plantar árboles para celebrar la amistad en la familia del APEC en Beijing, capital de China, el 11 de noviembre de 2014. (Xinhua/Lan Hongguang)

Apuesta por un crecimiento compartido a través del debate y la colaboración en la gobernanza global y presiona a favor de un orden internacional más justo y razonable. Ha propuesto mantener la justicia al tiempo que se persiguen los intereses compartidos.

Aspira a una nueva visión sobre una seguridad común, integral, cooperativa y sostenible; un desarrollo abierto, innovador e inclusivo que beneficie a todos; y unos intercambios culturales caracterizados por la armonía dentro de la diversidad, la inclusión y el aprendizaje mutuo.

Propuso estos conceptos en la Cumbre de los BRICS en Xiamen, la Cumbre del G20 en Hangzhou, la 22ª Reunión de Líderes Económicos del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Beijing, la Cuarta Cumbre de la Conferencia sobre Interacción y Medidas de Construcción de Confianza en Asia celebrada en Shanghai y en otros foros internacionales.

Xi Jinping preside la ceremonia de apertura de la Cumbre del Grupo de los 20 (G20), en Hangzhou, capital de la provincia de Zhejiang, en el este de China, el 4 de septiembre de 2016. (Xinhua/Li Tao)

Xi Jinping preside la ceremonia de apertura de la Cumbre del Grupo de los 20 (G20), en Hangzhou, capital de la provincia de Zhejiang, en el este de China, el 4 de septiembre de 2016. (Xinhua/Li Tao)

Xi Jinping se reúne con los medios de comunicación al final de la novena cumbre del BRICS, en Xiamen, provincia de Fujian, en el sureste de China, el 5 de septiembre de 2017. (Xinhua/Pang Xinglei)

Xi Jinping se reúne con los medios de comunicación al final de la novena cumbre del BRICS, en Xiamen, provincia de Fujian, en el sureste de China, el 5 de septiembre de 2017. (Xinhua/Pang Xinglei)

En los últimos cinco años Xi visitó 57 países e importantes organizaciones regionales e internacionales en los cinco continentes, con lo que recorrió una distancia total que equivale a rodear la Tierra 14 veces. De acuerdo con los funcionarios de protocolo del Ministerio de Relaciones Exteriores, sus agendas para las visitas al exterior son siempre apretadas y están llenas de actividades y un evento sigue casi de forma inmediata al anterior.

Cuando presidió la Cumbre de Johannesburgo del Foro de Cooperación China-África en Sudáfrica, seguía asistiendo a reuniones bilaterales a medianoche; en la Cumbre de los BRICS en Goa, en India, salió del hotel a las 8:00 horas y no volvió hasta casi las 1:00 horas del día siguiente tras una jornada de trabajo.

Xi Jinping es galardonado por su homólogo ruso Vladimir Putin con la orden más alta de Rusia, o la Orden de San Andrés el Apóstol, después de sus conversaciones en Moscú, Rusia, el 4 de julio de 2017. (Xinhua/Liu Weibing)

Xi Jinping es galardonado por su homólogo ruso Vladimir Putin con la orden más alta de Rusia, o la Orden de San Andrés el Apóstol, después de sus conversaciones en Moscú, Rusia, el 4 de julio de 2017. (Xinhua/Liu Weibing)

Se ha reunido con el presidente ruso, Vladimir Putin, más de 20 veces a lo largo de cinco años. Su sólida amistad ha llevado a que las relaciones bilaterales se encuentren en el mejor momento de la historia. Ha tenido conversaciones francas tanto con el expresidente estadounidense Barack Obama como con el actual, Donald Trump, lo que ha incrementado la confianza al tiempo que ha reducido las suspicacias y ha definido el futuro de las relaciones bilaterales.

Xi Jinping se reúne con su homólogo de Estados Unidos Donald Trump en la residencia de Trump de Mar-a-Lago en Florida, Estados Unidos, el 6 de abril de 2017. (Xinhua/Lan Hongguang)

Xi Jinping se reúne con su homólogo de Estados Unidos Donald Trump en la residencia de Trump de Mar-a-Lago en Florida, Estados Unidos, el 6 de abril de 2017. (Xinhua/Lan Hongguang)

Es el primer jefe de Estado chino que visita la sede de la Unión Europea. También ha visitado los principales países de Europa y ha explotado las relaciones especiales entre China y cada uno de estos países. En Europa están casi un tercio de los 57 miembros fundadores del Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras, creado a propuesta de China.

Xi propuso una diplomacia entre vecinos de amistad, sinceridad, beneficio mutuo e inclusión. Visitó África, América Latina y Oriente Medio. con lo que avanzó en la diplomacia de China en todos los frentes.

El diario The Wall Street Journal reportó que: "En el escenario global, el señor Xi ha presentado China como una alternativa a Occidente con un sistema político y cultura únicos, y como una líder en áreas que incluyen el comercio, la lucha contra la desigualdad y el cambio climático".

Muchos creen que la sabiduría y las soluciones de Xi en asuntos diplomáticos han ayudado a evitar el "choque de civilizaciones", la llamada "trampa de Tucídides" y la "trampa de Kindleberger".

En el XIX Congreso Nacional del PCCh, Xi dijo que la diplomacia de gran país con peculiaridades chinas tiene como objetivo potenciar un nuevo tipo de relaciones internacionales y construir una comunidad de futuro compartido para la humanidad, cuando explicaba el Pensamiento sobre el Socialismo con Peculiaridades Chinas de la Nueva Era.

Ésta es una filosofía largamente mantenida por Xi desde un compromiso emocional para servir a la gente de todo el mundo como su deber. Esto manifiesta la visión global y el compromiso de un líder de un gran país para combinar el propio desarrollo de China con el del mundo entero, trascendiendo las tradicionales escuelas de pensamiento de Occidente sobre las relaciones internacional que están basadas en el juego de suma cero y políticas de poder.

El elevado conocimiento de Xi de la literatura y las artes le convierte en un gran comunicador en la escena internacional. Cuando estaba siendo entrevistado antes de una visita a Rusia, para explicar la amistad China-Rusia, nombró a más de una decena de escritores rusos y muchas obras maestras rusas; cuando estaba de visita en Europa, habló de varias personalidades culturales alemanas y francesas, lo que le acercó a los locales y expresando sus opiniones sobre el mundo y la vida con una expresión literaria y artística.

Él suele emplear un lenguaje vivaz para explicar el "camino chino": China es un "león pacífico, amigable y civilizado": China es un "gran tipo", no Mefistófeles; "Bienvenido al tren rápido del desarrollo de China".

Xi trata a los otros con sinceridad, cordialidad, atención y honestidad. Putin dijo una vez que Xi le envió una tarta de cumpleaños durante los encuentros de la APEC en 2013 y bebieron "vodka" con "emparedados". En julio de 2016, el presidente de la República de Congo, Denis Sassou Nguesso, visitó China por decimocuarta ocasión. Xi le entregó más de 70 fotografías de sus visitas anteriores como regalo. Ya que las guerras civiles que ha padecido el país que preside Sassou Nguesso han dañados los archivos del país, él dijo que era el regalo más valioso que jamás había recibido.

Xi Jinping estrecha la mano de un veterano ruso en Moscú, Rusia, el 8 de mayo de 2015. Xi se reunió con 18 representantes de veteranos rusos que lucharon sin piedad en el campo de batalla en el noreste de China durante la guerra antijaponesa y la Gran Guerra Patriótica de Rusia en Moscú, el 8 de mayo. Al presentar un premio a un veterano ruso, Xi observó la dificultad que el anciano soldado tenía para moverse y dijo de inmediato, "Déjeme que me acerque. Usted puede quedarse ahí". (Xinhua/Zhang Duo)

Xi Jinping estrecha la mano de un veterano ruso en Moscú, Rusia, el 8 de mayo de 2015. Xi se reunió con 18 representantes de veteranos rusos que lucharon sin piedad en el campo de batalla en el noreste de China durante la guerra antijaponesa y la Gran Guerra Patriótica de Rusia en Moscú, el 8 de mayo. Al presentar un premio a un veterano ruso, Xi observó la dificultad que el anciano soldado tenía para moverse y dijo de inmediato, "Déjeme que me acerque. Usted puede quedarse ahí". (Xinhua/Zhang Duo)

Cuando estaba otorgando un galardón a un veterano ruso que luchó por China durante la Segunda Guerra Mundial, Xi observó que tenía dificultades para moverse y le dijo: "Déjeme que me acerque. Usted puede quedarse ahí". Él también alabó la vieja amistad y honró sus palabras con una visita a la familia de un viejo colega, Jim Bacon, en Australia.

Un autorretrato de Xi con el futbolista Sergio Agüero tuvo innumerables visionados en línea. En Argentina, él aceptó jovialmente la camiseta con el número 10 que tenía su nombre impreso. Cuando estaba siendo entrevistado, Xi dijo que le gustaban los deportes, entre ellos fútbol, baloncesto, voleibol y boxeo. Él suele sacar tiempo en su apretada agenda para ir a nadar, 1.000 metros en cada ocasión.

Xi Jinping y su esposa Peng Liyuan posan para una fotografía con el presidente de Estados Unidos Donald Trump y la primera dama Melania Trump, en la residencia de Mar-a-Lago, en Florida, Estados Unidos, el 6 de abril de 2017. (Xinhua/Rao Aimin)

Xi Jinping y su esposa Peng Liyuan posan para una fotografía con el presidente de Estados Unidos Donald Trump y la primera dama Melania Trump, en la residencia de Mar-a-Lago, en Florida, Estados Unidos, el 6 de abril de 2017. (Xinhua/Rao Aimin)

Su mujer, Peng Liyuan, le acompaña en algunos de sus viajes al exterior y se ha convertido en una estrella de la diplomacia china. En otoño de 2015, Peng Liyuan pronunció dos discursos desde el atril de Naciones Unidas, en inglés fluido, sobre su "sueño chino": "Espero que todos los niños, especialmente las niñas, puede tener acceso a una buena educación. Éste es mi sueño chino". El otro relataba las historias entre ella y los niños huérfanos por el VIH/SIDA. (Continúa)

Xi Jinping conversa con miembros de una familia de agricultores locales durante una visita con su esposa Peng Liyuan a Costa Rica, el 3 de junio de 2013. (Xinhua/Zhang Duo)

Xi Jinping conversa con miembros de una familia de agricultores locales durante una visita con su esposa Peng Liyuan a Costa Rica, el 3 de junio de 2013. (Xinhua/Zhang Duo)

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