Montaña Huangshan

CRI

Hace más de 400 años, cuando los medios de transporte estaban muy atrasados, no había más remedio que caminar o recurrir a la fuerza animal para moverse de un lugar a otro. Xu Xiake (1587-1641), célebre viajero, recorrió dieciséis provincias chinas, de este a oeste y de norte a sur. Tras una investigación sobre las principales montañas, llegó a la conclusión de que, entre todas, la única que valía la pena visitar era la montaña Huangshan, en la provincia de Anhui, sudeste de China.

A pesar de que ya ha pasado mucho tiempo, nadie hoy en día rechaza su creencia y sigue siendo aceptada por todos. A parte de la provincia de Beijing, que cuenta con ricos e innumerables destinos turísticos, es difícil encontrar otros lugares similares a la montaña sagrada de Huangshan ?la montaña Amarilla-. Es, sin duda, la mejor representante de todas las montañas célebres de China y uno de los símbolos de la nación china junto con el río Yangtsé, la Gran Muralla y el río Amarillo. Hay un dicho que dice que "después de haber visitado la montaña Huangshan, no habrá ya nada que pueda suscitar mayor interés".

Patrimonios naturales

En esta misteriosa y antigua tierra, se han descubierto 4.900 parajes con reliquias culturales e históricas bajo protección estatal y provincial. Este grandioso museo histórico natural abarca dos patrimonios naturales, dos zonas paisajísticas, cinco parques forestales, un parque geológico, dos reservas estatales, una ciudad historia y cultural, una calle histórica y cultural, 56 entidades de reliquias culturales, así como un gran número de antiguos puentes, pagotas, pabellones, templos, pórticos, etc.

Como expresó un alto funcionario de la UNESCO tras visitar Huangshan, esta es una "montaña singular y maravillosa, la mejor de cuantas he visto".

Situada en el sur de la provincia de Anhui, linda con la región del Delta y cuenta con 72 cumbres de formas caprichosas conocidas como uno de los "diez mejores lugares con paisajes amenos y de interés histórico de China". Reúne una serie de bellezas naturales muy singulares, tales como el majestuoso monte Taishan, el abrupto Huangshan o Hengsan, cubierto de nubes espesas y brumas misteriosas, la impresionante catarata Lushan y la caprichosa roca Yandang, tan elegante como la de Emei.

Las cuatro estaciones de Huangshan están claramente diferenciadas, ofreciendo así distintos y variados paisajes durante la madrugada, el crepúsculo, los días despejados o lluviosos, la salida o la puesta del sol, cuando hay un mar de brumas y nubes, cuando los rayos de luz se posan sobre ella ?efecto conocido como los "rayos de Buda"- o cuando la escarcha brilla con todo su esplendor.

Huangshan es famosa tanto dentro como fuera del país por sus "cuatro maravillas bajo el cielo", compuestas por una extraña variedad de pinos, rocas poliformes, un intenso mar de nubes y abundantes fuentes termales.

Sus singulares pinos crecen aquí con desigual aspecto y características propias, lo que despierta la imaginación del visitante. Además, crecen en lugares difíciles, tales como peñascos o barrancos, y parecen salir de las rocas mismas. Para adaptarse mejor a las condiciones ambientales, tienen hojas puntiagudas, cortas y planas, y troncos y ramas retorcidos y frondosos. Otra de sus características es su longevidad, pues la mayoría de ellos sobrepasa los cien años y los hay que tienen más de mil años. Por ejemplo, los pinos "Saludo al Huésped", "Despedida al Huésped". "Recepción" y "Doble Tronco" están incluidos entre los diez pinos más viejos de China. De entre todos, el más singular es el pino "Saludo al Huésped", el cual crece frente al edificio Yubi (biombo de jade), cuyo brazo tendido da la sensación de querer acoger con entusiasmo al visitante lejano. Está considerado símbolo de la hospitalidad de la nación china.

Las numerosas rocas combinándose armoniosamente con las abruptas cumbres y los singulares pinos asemejan un lienzo pictórico. Algunos parece tener forma humana, animal y de otros objetos cotidianos.

Desde antiguo, Huangshan reciben el nombre de "Mar de nubes" y "Tierra de brumas" y es famosa por su inolvidable, singular y fantástica belleza. Sobre todo, tras la lluvia o la nieve, durante el amanecer y el atardecer, Huangshan parece una montaña misteriosa. Cuando uno camina por entre las rocas y se desplaza en medio de este fenómeno atmosférico, rodeado por un mundo de ensueño, percibe que ha llegado al límite del cielo y al borde del mar, y siente como si estuviera en la cumbre más alta del mundo.

Las fuentes termales contienen numerosos elementos beneficiosos para el cuerpo humano. La de Huangshan es de buena calidad y tiene una adecuada temperatura, y su agua sirve tanto como bebida, como para bañarse.

Según una estadística, desde la dinastía Tang (618-907) hasta finales de la dinastía Qing (1644-1911), se han escrito más de un centenar de prosas y 20.000 poemas alabando la montaña Huangshan. También, un cuadro llamado Pintura de Huangshan goza de la fama de ser uno de los mejores en la historia de arte pictórico de China.