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En la antiguedad china, los elementos naturales tales como plantas, hierbas e insectos seleccionados en la Naturaleza se han formado parte la medicina tradicional china con pecularidades especiales. El tratamiento alimenticio y la alimentaciòn medicinal constituyen una parte de la medicina tradicional china porque tiene estrechas relaciones con la alimentación de la gente. En China hay un refràn: “ La nutrición medicinal es menos que la de la alimentación, la alimentaciòn medicinal es mejor que el tratamiento medicinal.” Desde la antiguedad hasta hoy día, el tratamiento alimenticio se ha popularizado en China, convirtiéndose en una flor extraña en el jardìn de la alimentación.

Ya en la dinastìa Zhou ( de 1046 a 256 antes de nuestra era), las tradiciones de la combinaciòn entre la medicina y la alimentaciòn y de las estrechas relaciones entre la medicina y la cocina se habían mostrado en el sistema de la medicina y la alimentaciòn. En la antiguedad, habìa numerosas obras sobre el tratamiento alimenticio. Por ejemplo, en la obra titulada “ receta dorada” escrita por Sun Simiao, famoso mèdico de la dinastìa Tang ( de 618 a 907 de nuestra era), habìa capìtulos especiales sobre el tratamiento alimenticio, produciendo profunda influencia para el desarrollo de la antigua teorìa sobre el tratamiento alimenticio.

Sun Simiao creía que se debe cuidar con la alimentación de forma racional para tener buena salud y no se puede tomar medicinas sin consultas con médico. El médico, en primer lugar, debe hacer diagnóstico exacto y aplicar el tratamiento alimenticio a sus pacientes. Si los pacientes no tienen mejoría, les darán medicinas. Hasta ahora, los remedios del tratamiento alimenticio y la elaboración de los medicamentos de China provienen de las experiencias y los criterios de Sun Simiao.

Sun Simiao vivió mas de 100 años. El tratamiento alimenticio y la alimentación medicinal se han convertido en las formar para fortalecer la salud y prevenir y curar enfermedades.

En China existe un dicho que reza que el pueblo considera la alimentación como el asunto más importante en la vida. También se cuenta que Shennong, emperador legendario chino, probópersonalmente todo tipo de hierbas y aguas minerales por el bien de su pueblo, lo cual marcó el inicio de la búsqueda y el conocimiento de las hierbas medicinales y alimenticias de nuestros antepasados.

Yi Yin, funcionario de la dinastía Shang ( siglo XVI y XI antes de nuestra era ), fue el primero en desarrollar la doctrina de la conservación de la salud mediante una alimentación sana y equilibrada. Le siquieron los médicos dedicacos al tratamiento alimenticio de la dinastía Zhou del oeste ( siglo XI a 77I antes de nuestra era ). Depués, los mismos Confucio y Mencio pregonaron el estudio de las propiedades naturales de la comida, así como los médicos confucianos de diversas dinastías y épocas, se ha heredado y desarrollado dicha doctrina. Durante más de 5.000 años y a pesar de las influencias religiosas y culturales del budismo y del taoísmo, se han ido fomentado gradualemente diversos principios confucionistas al respecto, los cuales se pueden sintetizar en los siguientes cuatro aspectos:

Primero, inicio temprano de los cuidados de la salud en la comida. Según la medicina tradicional china, tras el nacimiento, el bazo y el estómago constituyen la base vital del organismo. Por lo tanto, hay que empezar a cuidarlos desde bien joven, o a más tardar a la edad mediana, lo cual constituye un principio básico de la ley de la conservación de la salud y la longevidad. Los sabores dulces, suaves y ligeros pueden nutrir las 5 vísceras de la medicina tradicional china: corazón, hígado, bazo, pulmones y riñones, razón por la cual se aconseja no ingerir muchos alimentos crudos, fríos, de propiedad seca y caliente, de sabor fuerte, glutinosos y grasientos, de tal modo que se protejan el bazo y el estómago de los posibles daños. Si se logra cuidar y guardar a largo plazo el Zhonqi – energía producida con el correcto funcionamiento del bazo y el estómago, se evitarán enfermedades y se alargará la vida.

Segundo, la clave para mantener una buena salud mediante la ingesta de alimentos reside en la moderación en las comidas, lo cual se resume en 5 palabras: simplicidad, escacez, sencillez, moderación y dieta. Se refiere a que es mejor alimentarse de una forma adecuada y variada y nunca comer hasta sentirse demasiado lleno. No es aconsejable mezclar diversos tipos de carnes en una misma comida y hay que mantener una buena costumbre alimenticia y obedecer las disciplinas de la higiene. Es conveniente comer cuando se siente hambre y parar antes de sentirse lleno. Así mismo, se ha de beber con moderación cuando se sienta sed y abstenerse de tomar agua bien entrada la noche. Además, no conviene limitarse a un par de alimentos, aunque tampoco convienen las comidas demasiado variadas.

Tercero, primar la terapia con alimentos en lugar de la terapia con medicamentos. La primera es más conveniente en la curación de enfermedades y la recuperación de la salud a largo plazo, sobre todo en los ancianos, que en su mayoría padecen de una disfunción en las 5 vísceras, de una pérdida de energía y sangre, además de debilidad de las funciones del bazo y del estómago. Los ancianos son en general débiles y sufren enfermedades crónicas. Por lo tanto, el tratamiento y la recuperación mediante una alimentación sana resultan más efectivos que la ingesta continuada de medicamentos, ya que éstos les producen con mayor facilidad efectos negativos.

Cuarto, cuanto más temprano se desayune, mejor y cuanto más tarde se cene, peor, además la cena bien entrada la noche perjudica la salud. Siempre se aconseja que la comida se ingiera bien masticada y se trague suavemente, evitando comer con voracidad. Hay que aprender a seleccionar los platos y a restrigirse en las comidas. Por ejemplo, siempre son buenos los platos ligeros, dulces y de sabor suave, evitando la ingesta de alimentos descompuestos, podridos y grasientos. Hay que evitar comer en exceso la carne, el pescado, los platos salteados y preparados de sabor muy fuerte. Siempre es conveniente comer platos tibios, que no sean muy calientes, o sea a una temperatura que no nos queme la boca. Si se come algo frío, es mejor que no sea demasiado frío, o sea a un grado que permita que los dientes no nos duelan. Los alimentos duros, estropajosos y las carnes poco hechas son difíciles de digerir, y no convienen a los ancianos.

La alimentación medicinal no sólo se ha difundico en el país, sino que también ha entrado en el mercado internacional. Por ejemplo, el vino de crisantemo, el té de cáscara de mandarina y otras infusiones han entrado en cada vez más familias extranjeras.