CRI
Hace
2.500 años, en el periodo de
Primavera y Otoño (770-476
a.C.), China había
determinado el punto del
solsticio de invierno
observando los movimientos del
sol con un reloj solar. Es el
primero de los 24 puntos de
división temporal. El día
cae en el 22 o 23 de diciembre
del calendario gregoriano.
El
hemisferio norte en este día
experimenta el día más corto
y la noche más larga. Tras el
solsticio de invierno, los días
se vuelven más y más largos.
Según un pensamiento chino
antiguo, el yang, las cosas
positivas se vuelven más
abundantes pasado este día,
por lo que debe celebrarse.
El
Solsticio de Invierno se
convirtió en una fiesta
durante la dinastía Han (206
a.C.-220 d.C.) y prosperó en
las dinastías Tang y Song.
Los Han consideraban el
solsticio de invierno como la
fiesta de invierno, por lo que
los funcionarios organizaban
fiestas. Tanto los
funcionarios como la gente
normal solían descansar
durante este día. Las
fronteras se cerraban y el
comercio se paralizaba. Los
familiares se regalaban
manjares exquisitos. En las
dinastías Tang y Song, el
solsticio de Invierno era un día
para ofrecer sacrificios al
Cielo y a los antepasados. Los
emperadores iban a las afueras
a adorar el cielo mientras la
gente común ofrecía
sacrificios a sus padres
muertos o a otros familiares. La
dinastía Qing (1644-1911)
incluso tienen un informe que
explica que el solsticio de
invierno es tan formal como la
Fiesta de la Primavera, lo que
muestra la gran importancia
que se le da a este día.
En
algunas partes del norte de
China, la gente come sopa de
ravioles durante este día,
porque creen que les dará
calor para el invierno. Pero
en el sur de China, toda la
familia come una comida hecha
de judías rojas y arroz
glutinoso para alejar a los
fantasmas y otros seres
malvados. Los ravioles del
solsticio de invierno pueden
usarse como ofrendas a los
antepasados o como regalos a
familiares y amigos. La gente
de Taiwán mantiene la tradición
de ofrecer pasteles de nueve
capas a los antepasados. Los
pasteles tienen forma de pollo,
pato, tortuga, puerco, vaca,
oveja y están hechos con
harina de arroz glutinoso y
cocinados al vapor en
diferentes capas en una
cazuela. Estos animales
denotan buen augurio en la
tradición china.
La
gente del mismo apellido o los
clanes familiares se reúnen
en sus templos ancestrales
para adorar a sus antepasados
en orden de edad. Tras la
ceremonia de ofrenda, se
celebra un gran banquete.
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