Dibujando una serpiente con patas

CRI

En el Reino de Chu, un hombre que había hecho una ofrenda a la divinidad, dio a sus ayundantes la copa de vino del cacrificio. “No es bastante para todos nosotros” dijeron los hombres, “pero es más que suficiente para uno. Dibujemos cada uno una serpiente en el suelo, y el vino será para el que termine primero.”

El hombre que acabó primero, tomó la copa, pero sosteniéndola con la mano izquierda siguió dibujando con la derecha. “Hasta puedo añadirle patas”dijo.

Antes que las terminara, otro de los ayundantes concluyó su dibujo y le arrebató la copa. “La serpiente no tiene patas” dijo este último, “¿por qué se las agrega?”

Así diciendo, bebió el vino. Y el que había dibujado las patas se quedó sin beber.

Esta fábula nos dice que cuando obra, debe tener una exigencia detallada y un objetivo claro. Luego lo perseguirá y realizará con una voluntad determinada. La excesiva alegría por el éxito dirigirá al fracaso.