Pasaron tres años y concluyeron sus estudios. Zhu Yingtai se despidió de sus maestros y regresó a su tierra natal. Ella estaba enamorada de Liang Shanbo y sabía que lo extrañaría enormemente. Él, por su parte, si bien no estaba al tanto de que su compañero de estudios era en realidad una joven, le guardaba gran respeto y cariño.

Después de caminar casi diez kilómetros juntos, con la excusa de Zhu Yingtai de buscar novio para su hermana y de un constante ruego a Liang Shanbo de que aceptara a la novia cuanto antes, ambos se despidieron.

Liang Shangbo y Zhu Yingtai en el teatro, conocido como "Amantes mariposa"

Más tarde, Liang Shanbo fue a la casa de Zhu para conocer a la supuesta novia, pero el padre de Zhu Yingtai ya había aceptado una propuesta de matrimonio para casar a su hija con Ma Wencai, hijo del adinerado funcionario Ma. Liang y Zhu se encontraron en un pabellón, angustiados e indignados por saber imposible su matrimonio. De regreso a casa, Liang Shanbo cayó enfermo y poco tiempo después murió.

Zhu Yingtai no contó con las fuerzas suficientes para rebelarse contra la realidad y se vio obligada a casarse con el hijo del funcionario. El día de la boda, cuando la familia Ma la recibía, Zhu Yingtai pidió que el palanquín nupcial pasara por la tumba de Liang para rendirle homenaje.

En ese momento, se levantó un fuerte viento y comenzaron a resonar fuertes truenos. De pronto, la tumba de Liang se abrió y, con una sonrisa en el rostro, Zhu Yingtai, se lanzó dentro. En ese instante, cesó el viento, surgió un espléndido sol entre las nubes y las flores lucieron más bellas que nunca. Liang Shanbo y Zhu Yingtai se convirtieron en dos mariposas que volaban entre las flores.

El cuento de Liang y Zhu pretende describir el coraje de los jóvenes chinos de la antigüedad, quienes luchaban por el verdadero amor, y pone de manifiesto una fuerte crítica a los matrimonios concertados.