En la vida cotidiana de los naxis ha existido siempre el credo primitivo dongbajiao, cuyas ceremonias con sacrificios o de expulsión de demonios corren a cargo de los "dongbas" (sacerdotes), que son monjes de tiempo parcial. En estas ceremonias se practican las danzas de saltos dongba, con muchas posturas de animales, para predicar el credo y revivir anécdotas relacionadas. Entre ellas se cuentan la Danza del Dios, en alabanza del dios principal Dingbashiluo; la Danza del guardián de la ley, con el hombre y el animal confundidos; la Danza de los animales sagrados, para ensalzar a muchas divinidades y sus cabalgaduras; y también la Danza del buitre, practicada en la ceremonia de homenaje al dios del punto cardinal central, en cuyo proceso los sacerdotes, armados con arcos y flechas y acompañados del sonido de las campanillas, los gongs de cobre y los tambores grandes, brincan con los dos pies juntos, dan pasos grandes, saltan en cuclillas, se mueven a pasos horizontales y encogen las piernas, para reproducir la historia entre el buitre y el dios. Todas estas danzas no solamente lucen posturas hermosas y cambiantes, sino que también han asimilado muchos elementos de las danzas populares, el arte marcial y el boxeo, de suerte que el credo dongbajiao ha podido difundirse ampliamente entre la gente.