Más tarde, el monje indio adoptó elementos de los bailes locales, tales como ciertas partes fijas y las máscaras de los dioses, para crear danzas religiosas efectuadas en los actos ceremoniales y dedicadas a expulsar a los demonios, pedir fortuna para la próxima encarnación, predicar la ley búdica y la disposición de la Providencia, explicar las causas y efectos de los sucesos y representar historias del budismo.
Con el tiempo, este tipo de danza fue aceptada por las diversas sectas y recibió el nombre de Cham. Luego, el budismo se propagó por todas partes del Tíbet, hacia las otras comunidades tibetanas y a Mongolia Interior. Así, el Cham se nombra indistintamente por los diversos lugares. Los mongoles le dicen "Chama"; los manchúes "Saltar el buza"; y en la provincia de Qinghai se le nombra "Saltar el qian".
En China, siempre que se conmemora el natalicio de Sakiamuni, Día de Año Nuevo tibetano o fiesta del budismo tibetano, se realizan ceremonias del Cham en los Monasterios Drepung, Tashilhungpo y Samyae pertenecientes al Tibet, Tar de Qinghai, Labrang de la provincia de Gansu, Wudangzhao de Mongolia Interior, y Yonghegong de Beijing, que son los establecimientos de esta religión, catalogados como los más importantes. Miles y miles de creyentes, incluso familias enteras, viajan cientos de kilómetros para llegar con varios días de anticipación y asistir a las ceremonias, pidiéndole de rodillas amparo y favor a Buda.