Durante la Dinastía Song del Norte (960-1127) el polo dejó de utilizarse como una práctica de adiestramiento militar. De la prosperidad y la decadencia del polo en Song del Sur y del Norte, podemos concluir que siempre se relacionaba con la necesidad de la estrategia militar.
Estatuas de jinetes que juegan el polo, bajo la muralla restaurada de la ciudad de Beijing
Al mismo tiempo, el Reino de Liao (916-1125), y posteriormente, Jin, ambos fundados por étnias nómada en el norte, desplegaban el polo ampliamente. Liao, de la nación Qidan, fue establecido en el año 947, y adoptó el polo de las cuencas centrales e inferiores del río Huanghe. La Dinastía Jin heredó la costumbre de jugar polo y lo desarrolló como un rito. Estipuló que se jugara polo después de la ceremonia del sacrificio al cielo, en el día de las competencias de las embarcaciones conocidas como Día del Bote de Dragón.
Hasta la Dinastía de Yuan (1271-1368) y de Ming (1369-644), la costumbre de jugar al polo durante la Fiesta del Bote del de Dragón todavía existía en el norte de China. Zhu Di, el emperador Yongle de Ming, estipuló que se efectuara el rito del juego de polo y del disparo de flecha ese mismo día. Además, en las festividades de mayo, él mismo acudía a la cancha para ver a los funcionarios jugar. Aunque a causa de la estrategia militar, el polo de la Dinastía Ming no se desarrolló, el rito de jugarlo se mantuvo en el día del Bote del Dragón continuó hasta la etapa posterior de Ming.
El polo desapareció completamente en los primeros años de la Dinastía Qing (1616-1912). La policía de la familia real manchú prohibió al pueblo practicar artes marciales o criar caballos.
En el reinado del emperador Kangxi, la gobernación de los manchúes en China se consolidó, por lo que la política se relajó un poco. Sin embargo, ya no se practicaba el polo para el adiestramiento militar. En cambio, el deporte surgió otra vez para el entretenimiento social por un tiempo en poco tiempo dejó de jugarse.