Las formas de presentar las obras de caligrafía y pintura china son muy variadas. Pueden ser rectangulares, cuadradas, redondas u ovales y de diferentes tamaños. Además de la pintura al fresco, las más comunes son las siguientes:
Cuadro en el centro del salón
Las habitaciones tradicionales de China normalmente tienen un techo bastante alto, entonces se suele colgar un cuadro de gran tamaño en la pared central del salón.
Cuadro rectangular
Se pueden colocar de manera vertical u horizontal. Cuando está horizontal, es muy parecido a un tablero. Es usual escribir dos versos pareados en dos cuadros rectangulares colgados verticalmente. También es posible diseñar la obra en una, cuatro o varias hojas para que éstas formen una serie y juntas expresen el tema. Un ejemplo común es la combinación de las cuatro estaciones, en las que el pintor dibuja flores, pájaros o montañas y ríos sobre los papeles. En cuanto a los poemas largos, si no se utiliza el cuadro del salón, se puede realizarlo separadamente en varias hojas.