Esa estabilidad política y económica contribuyó al florecimiento del comercio, la artesanía, las artes y las ciencias naturales; la productividad de la industria artesanal, cimentada en la metalurgia y la industria, se elevó notablemente; y a raíz de la apertura de la famosa Ruta de la Seda empezaron a establecerse relaciones diplomáticas y comerciales con los países de Asia Occidental.
Una réplica del sismógrafo inventado por Zhang Heng
En el año 25 d. de C., Liu Xiu derrotó al usurpador Wang Mang y puso de nuevo en el trono a la dinastía Han, que desde entonces pasó a llamarse Han del Este, ya que su capital se estableció en Luoyang, ciudad situada al este de Chang´an. Liu Xiu, cuyo nombre imperial fue Guangwudi, reformó el viejo sistema burocrático con el fin de hacerlo más equilibrado y tomó medidas para que el pueblo pudiera volver a vivir en un clima de paz y estabilidad. A mediados del siglo I, después del reinado de los emperadores Guangwudi, Mingdi y Zhangdi —periodo conocido como «Reforma del emperador Guangwudi»—, la dinastía Han del Este ya había recobrado el antiguo esplendor de su predecesora occidental.
Al principio, el nivel económico, cultural, científico y tecnológico de la dinastía Han del Este sobrepasó en su conjunto al de la del Oeste. En el año 105, Cai Lun elaboró un procedimiento para fabricar un nuevo material que sirviera de soporte a la escritura, el papel, uno de los cuatro grandes inventos de la antigua China; y desde entonces los chinos dejaron de escribir sobre tablillas de bambú. Zhang Heng, inventor de la esfera armilar y el sismógrafo, fue el más distinguido de los muchos sabios de aquellos tiempos, entre los que también sobresale Hua Tuo, el médico que por primera vez en la historia aplicó la anestesia en las operaciones quirúrgicas.