Desafortunadamente, al poco tiempo, un padecimiento no curado a tiempo, le privó de la vista y quedó ciego cuando sólo tenía 35 años de edad. La vida se hizo más amarga para el músico ciego. Dormía en las noches en un templo abandonado y de día ofrecía sus conciertos en las calles. En 1937, dentro del marco de la guerra de agresión desencadenada por el imperialismo japonés contra China, los invasores ocuparon la ciudad de Wuxi. Sin embargo, la violencia enemiga no pudo acallar la voz de Ah Bing. Haciendo caso omiso de las repetidas advertencias del enemigo, narraba en sus canciones, relatos de la lucha del pueblo chino contra las agresiones japonesas.
Obra clásica de Ah Bing, Manantial bajo la Luna, interpretada por el maestro Wang Guotong. Creado por Ah Bing cuando ya había perdido la vista, la pieza musical evoca un panorama nocturno de la fuente: aguas transparentes, la luna nueva y las estrellas que se reflejan en ellas; sin embargo, se distingue una emoción en la aparente tranquilidad: el sufrimiento y la lucha en un mundo violento e injusto.
La Guerra de resistencia contra el Japón triunfó en 1945. Pero la victoria no le trajo felicidad al músico ciego, pues las fuerzas del Kuomingtang, que tenían el poder del país en aquella época, desataron una guerra civil. El pueblo chino fue otra vez lanzado al abismo de los sufrimientos. En 1949, cuando el Ejército Popular de Liberación de China emancipó la ciudad de Wuxi, este pobre artista encontró alivio en su vida gracias a la sensibilidad del gobierno popular local.
Al año siguiente, es decir, en el verano de 1950, dos profesores del Instituto de Música de China fueron a Wuxi, exclusivamente para visitar a Ah Bing. Ellos le hicieron grabar tres piezas en solo de Erhu y tres en solo de Piba, otro instrumento tradicional de China. Lamentablemente la grabación no resultó buena debido a las malas condiciones del estudio.
Estatua de Ah Bing el Ciego en Wuxi
Los dos profesores decidieron reunirse medio año después con Ah Bing para grabar toda la música creada e interpretada por él, más de doscientas piezas, pero, desgraciadamente, aquel invierno el artista falleció.