El Palacio Imperial de Beijing, también conocido como La Ciudad Prohibida, es la principal construcción palaciega del país. Lo habitaron 24 emperadores de las dinastías Ming (1368-1644) y Qing (1616-1911). Tiene una superficie de 720 mil metros cuadrados y más de 9 mil habitaciones. Lo rodea un muro rojo cuya circunferencia supera los 3.400 metros y que a su vez está rodeado por un foso lleno de agua. Sus enormes dimensiones, peculiar estilo, lujosas decoraciones y brillantes construcciones son raros en las construcciones palaciegas del mundo.
Foto satelital del Palacio Imperial (de Google Earth)
El Palacio Imperial se divide en dos partes. En la delantera, donde el emperador celebraba ceremonias importantes y promulgaba decretos, destacan los Palacios de Taihe, Zhonghe y Baohe. Son construcciones erigidas sobre cimientos de ocho metros de mármol blanco para realzar su majestuosidad. En la trasera, donde el emperador administraba los asuntos políticos y donde vivían las concubinas, las construcciones destacadas son los palacios de Qianqing y Kunning y el Parque Imperial, todos con un profundo sabor a vida cotidiana. Las construcciones también incluyen jardines, estudios, pabellones o montículos artificiales de rocas que forman particulares paisajes.