Durante más de dos milenios, la influencia de esta doctrina se ha reflejado no solo en la vida política y cultural de China, sino también en el quehacer cotidiano y el modo de pensar de sus habitantes. Algunos eruditos extranjeros han llegado incluso a considerar que el confucianismo es una religión. Pero de hecho, este cuerpo doctrinal constituye tan solo una de las numerosas escuelas filosóficas de la antigua China, no una religión. A lo largo de los más de dos mil años en que rigió el feudalismo, la doctrina confuciana dictó el pensamiento oficial y gozó de un respeto sin parangón. Lejos de limitarse a nuestro país, la profunda y prolongada influencia del pensamiento de Confucio se extendió a otros países asiáticos. Hoy en día, debido al gran número de chinos repartidos por todo el mundo, esa influencia ha traspasado las fronteras de China y de Asia.
Confucio, el retrato más popular en la Internet
Confucio (551-479 a.C.) vivió unos cien años antes que el eximio filósofo griego Aristóteles. A los tres años quedó huérfano de padre y se trasladó con su madre al Reino de Lu, situado en el este de China, en la actual provincia de Shandong. Se llamaba Kong Qiu, pero su nombre honorífico era Kongzi, es decir, Confucio, ya que antiguamente el carácter zi (maestro) se añadía al apellido como título de respeto.
La vida de Confucio transcurrió en las postrimería del Período de Primavera y Otoño (siglos VIII-V a. de C.), convulsa época en la que se produjo la disolución del tradicional régimen estatal y el surgimiento de numerosos estados independientes. El apodado "Gran Sabio" vivió en uno de ellos, el Reino de Lu, que era el culturalmente más avanzado.
A pesar de haber recibido una esmerada educación, algo que en la antigua China era una prerrogativa de la nobleza, jamás desempeñó cargos oficiales importantes; y lo que es aún más significativo, abolió dicho privilegio a su manera, es decir, aceptando a discípulos a los que instruía personalmente. Cualquier persona, con independencia de su extracción social, podía ingresar en la escuela de Confucio tras haberle entregado cierta cantidad de artículos en concepto de gastos de estudio. El insigne maestro difundía sus ideas políticas, éticas y morales entre sus alumnos. Se dice que tuvo más de 3000, algunos de los cuales llegaron a ser estudiosos tan brillantes como su maestro y difundieron ampliamente sus enseñanzas.