Fusión de cultura y naturaleza
Por la mañana del 25 de septiembre, salimos para visitar uno de los pequeños pueblos asentados a orillas del río Zangke de la ciudad Liupanshui. Apenas habíamos dejando el centro, por la ventana del autobús comenzaron a colarse paisajes de verdes y escarpadas montañas entre las que se abría paso nuestro transporte, siguiendo una carretera serpenteante.
2014-09-26 12:31:16 CRI
Por Carmen González, 26-09-2014

Por la mañana del 25 de septiembre, salimos para visitar uno de los pequeños pueblos asentados a orillas del río Zangke de la ciudad Liupanshui. Apenas habíamos dejando el centro, por la ventana del autobús comenzaron a colarse paisajes de verdes y escarpadas montañas entre las que se abría paso nuestro transporte, siguiendo una carretera serpenteante.

Por fin llegamos a un centro para visitantes, especializado en recibir a los turistas que desean conocer la cultura de las etnias Miao y Buyi, y admirar los paisajes del río Zangke. Un grupo de alegres mujeres de Miao, ataviadas con sus trajes tradicionales, nos dieron la bienvenida con cuencos del licor local.

Este centro de visitantes está ubicado en un punto privilegiado desde el que se aprecian vistas maravillosas del río y las montañas que lo circundan. El jefe del pequeño pueblo Miao, Li Wei nos explicó que hace poco comenzaron a ver al turismo como otra fuente de ingresos, además de la agricultura, y que en estos meses les ha dado buenos resultados.

Fuimos al pueblo de Miao, donde también habitan unas familias de la etnia Buyi, y disfrutamos ahí de un almuerzo preparado con ingredientes que los habitantes producen de manera local. Desde los huevos de gallina, hasta el pescado que hervía en la olla caliente, o huo guo, todo lo producen las personas de miao, y de hecho les gustaría contar con más apoyo para desarrollar sus tecnicas agrícolas y así poder compartir la delicia de sus frutas y hortalizas con toda China.

Después del almuerzo, tomamos un pequeño barco para pasear por el río Zangke, acompañados de grupos de habitantes de las etnias Miao, Buyi y yi. Todos ellos iban acompañados de sus instrumentos musicales tradicionales, y nos deleitaron con canciones y baile durante el recorrido. Las niñas de la etnia Miao nos contaron que desde muy pequeñas comienzan a practicar el canto y el baile, pues ambas son tradiciones de su pueblo.

Esta forma de turismo, más rural, alejado de las grandes ciudades o de los sitios arqueológicos, propone a los viajeros mirar de nuevo hacia las cosas sencillas y a la vez grandiosas de la vida. El río y las montañas que lo rodean, la gente que vive una vida sencilla; su talento para bordar y coser sus propios trajes, y sobre todo la alegría con la que comparten sus tradiciones como la música y el baile, son los tesoros a descubrir durante una visita a los pueblos aledaños al río Zangke.

Hay muchas formas de hacer turismo, y podría decir que China las tiene todas, pues nadie pone en duda la belleza de sus modernas ciudades como Beijing y Shanghai; o la majestuosidad de sus sitios arqueológicos, como el Museo de los Guerreros de Terracota en Xi'an, sin embargo, cuando de mirar a la naturaleza se trata, y de conocer, apreciar y valorar otras formas de vida, los encantos de China no son menores.

Al conocer la forma de vida de las entias Miao, Buyi u Yi, nos damos cuenta de que la felicidad tiene muchos rostros, muchos colores y sonidos, y que ellos han puesto el valor de la vida en otras cosas, que no son ni más ni menos valiosas que las cosas que apreciamos la gente de la ciudad, simplemente son diferentes, y eso nos hace valorar al mundo y crecer como seres humanos.

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