El esplendor del metal de plata refinado por las técnicas prestigiosas de los artesanos mexicanos comenzó en la capital china su narración silenciosa de una historia de cinco siglos durante la cual forjó el país latinoamericano su identidad cultural.

O en palabras menos líricas, una exposición titulada "México en plata: Historia y porvenir" se ha inaugurado en Beijing con una colección de 152 piezas de obras maestras de la platería mexicana, "cada una de las cuales es un fragmento de México".

Desde la época precolombina de los tarascos, hasta el arte moderno del siglo XXI, la colección procedente del museo Arocena (con sede en Torreón, Coahuila, México) pretende mostrar a un curioso público chino la historia de México forjada en plata a través de las manifestaciones artísticas más relevantes.

La platería es una embajadora imortalizada de la cultura mexicana, según la comisaria de la exposición, Adriana Gallegos Carrión, quien destacó que una parte de las obras exhibidas son objetos religiosos empleados en la liturgia católica de la era del virreinato de Nueva España (1535-1821).