Tras 10 años de funcionamiento, Simik está planeando el futuro de su cafetería. Actualmente el espacio ya no satisface la cantidad de colecciones, muchas cámaras se quedan en la bodega. Por eso, él intenta buscar otro local con más espacio para exponer todas las cámaras.
Tras tantos años de coleccionar, el número cámaras es notable, por ello abrir otro local dedicado a la fotografía es el nuevo deseo de Alejandro Simik.
Sin embargo, las dificultades para realizar este deseo son la presión económica, ya que mantener una cafetería requiere mayores gastos inmobiliarios. El local que alberga el Museo Fotográfico Simik es de su propiedad, por ello alivia el en mantenimiento cotidiano, pero abrir otro local debe enfrentar el alto precio del alquilar en Buenos Aires.
Por eso, ha pedido ayuda al gobierno municipal así como a algunas organizaciones locales, para encontrar una casa a un precio barato o gratuito. Y él puede pagar propiamente los gastos de decoración.
Esperamos que Simik pueda cumplir su sueño.
Noel