Conforme a la investigación por la Universidad de los Andes, por cada dólar que se invierte en la Ciclovía, se ahorra 5 dólares en los gastos relacionados a la salud entre los bogotanos individualmente. Y lo más precioso, el Programa de Ciclovía transforma tranquilamente las conciencias medioambientales de la gente. Enfrente de la misma problemática del embotellamiento en las ciudades metropolitanas, los bogotanos están conduciendo cada vez menos vehículos, en cambio, montar bicicleta se convierte en una nueva opción de transporte.
Durante estos 40 años, el número de participantes ha crecido mucho, y eso también trae desafío y dificultades de falta de recursos. Durante la entrevista, Francisco Cañón expresó el deseo de seguir expandiendo las áreas de la Ciclovía, agregando que espera que más personas o entidades puedan partcipar en este programa.