¡Nunca beba la sopa primero! Porque está super-caliente.
Según la leyenda, en la dinastía Qing, había un erudito que vivía en Mengzi. Con el fin de ser oficial imperial, estudiaba en una isla del lago afuera de la ciudad. Cada día, su esposa virtuosa le preparaba los fideos de arroz y los llevaba por sí misma a la isla.