La nueva política en China que permite a las parejas tener dos hijos, ayudará a resolver el problema del envejecimiento de la población, pero también ejercerá presión sobre los servicios sociales.
El jueves, el Partido Comunista de China (PCCh) anunció luego de una reunión clave la decisión de eliminar la política de hijo único del país.
El cambio de la política pretende equilibrar el desarrollo de la población y hacer frente al reto del envejecimiento de la población, menciona un comunicado emitido luego de la V Sesión Plenaria del XVIII Comité Central del PCCh.
Muchos han indicado que China también necesitará impulsar su educación, atención médica y oferta de vivienda para responder al esperado "baby boom".
"Deberá haber una mayor reforma social para manejar una población más grande", declaró Yuan Xin, profesor de la Universidad Nankai de Tianjin.
China necesitará más jardines de niños, escuelas y, más adelante, universidades.
Como los costos aumentarán para las familias que tengan un segundo hijo, el PCCh también reconoce la necesidad de limitar los costos de la educación. En su comunicado, el Partido señaló que los honorarios de matriculación para escuelas secundarias bajarán gradualmente en los próximos cinco años.
Un caso similar es la atención médica. Aún cuando la política de dos hijos podría mitigar la presión de una sociedad que envejece, las inadecuadas instalaciones para los ancianos junto con un aumento en los nacimientos serán una pesada carga tanto para las familias como para las instalaciones médicas.
"Los servicios públicos, incluidos los relacionados con la salud reproductiva, así como la salud de mujeres y niños, deben mejorar", indicó Li Bin, jefe de la Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar (Cnspf).
También se requerirá trabajar simplemente para persuadir a las parejas de que se reproduzcan. Actualmente, muchas se muestran renuentes.
"Los crecientes costos de vida, una mejor educación y el apoyo del gobierno para matrimonios tardíos, han impedido a muchas parejas tener hijos", comentó Zhang Yi, de la Academia China de Ciencias Sociales.