Oradores en ceremonia oficiales hablaron sobre el legado de Rabin y sobre el estado de cosas entre israelíes y palestinos en ese entonces y ahora, en medio de una oleada de violencia de un mes, del creciente extremismo en el país y de la retórica incendiaria de los legisladores israelíes de derecha.
Durante una ceremonia oficial realizada en el monte Herzel en Jerusalén, junto a la tumba del fallecido primer ministro, Dalia Rabin-Pelossof habló sobre la violencia y la incitación que se sienten en Israel que hacen eco de la atmósfera previa al asesinato de Rabin.
"Pensé que la oscuridad que había caído sobre la familia traería unidad y propósito. Desde entonces he visto ríos de odio profundo y oscuro extendiéndose por todo el discurso público", dijo Rabin-Pelossof, según informes del sitio noticioso en Internet, Ynet.
"Este fuego, que consume todo lo bueno a su paso, es alimentado por una incitación desbocada, la misma incitación que generó la impresión de que estaba permitido matar a un primer ministro y de que era posible hacerlo", agregó.
Yitzhak Rabin fue asesinado después de asistir a una manifestación masiva en favor de la paz en Tel Aviv el 4 de noviembre de 1995, después de meses de incitación y de protestas de extremistas de derecha y una oleada de ataques terroristas.
Extremistas de derecha culparon a Rabin de firmar los Acuerdos de Oslo de 1993 que dieron a la Autoridad Palestina soberanía sobre algunas partes de los territorios de Cisjordania, entre otras cosas.
Rabin fue un militar que participó en la ocupación de Jerusalén Oriental en la Guerra de Medio Oriente de 1967 e hizo énfasis en la necesidad de la paz en sus días finales. Rabin fue primer ministro de 1992 a 1995 y en 1994 logró un acuerdo de paz con Jordania.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el presidente Reuven Rivlin también participaron en la ceremonia. Netanyahu habló en la ceremonia oficial sobre la "división" que el asesinato generó en la sociedad israelí. En un discurso previo durante una sesión conmemorativa especial en el Parlamento, Netanyahu pintó un sombrío panorama en relación con la paz con los palestinos.
En su discurso en el Parlamento, Netanyahu comparó la oleada de violencia que Israel enfrenta en la actualidad con la oleada de ataques con explosivos que Rabin y su gobierno enfrentaron a principios de los noventa y culpó al extremismo palestino que no reconoce al Estado judío y desea destruir a Israel.
El primer ministro dijo además que Israel tomará medidas unilaterales para "reducir la fricción" entre israelíes y palestinos, pero no las precisó. Un vocero de su oficina se negó a agregar nada a la declaración.
Los palestinos "no están dispuestos a reconocer al Estado nacional judío. Enseñan a sus hijos a odiar a los judíos y ven a Israel como la raíz del mal", dijo Netanyahu.
Netanyahu ha acusado en repetidas ocasiones al presidente palestino Mahmoud Abbas, al movimiento islamista en Israel y a Hamas de incitar a la violencia.
El líder de la lista de centro izquierda, Unión sionista, y líder opositor en el Parlamento, Isaac Herzog, culpó a Netanyahu durante la misma sesión por la actual situación de seguridad y rechazó su comparación con Rabin.
"Han pasado 20 años y el Estado de Israel aún extraña el liderazgo responsable que toma decisiones y evita liderazgos como el actual que pasa la responsabilidad a otros", dijo hoy Herzog.
Otra ceremonia conmemorativa para Rabin se realizará el sábado en la noche en Tel Aviv, en la plaza en la que ocurrió el asesinato. El ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton, socio cercano de Rabin, asistirá a la ceremonia y pronunciará un discurso.
Israel ocupó Cisjordania, Jerusalén Oriental y la Franja de Gaza durante la Guerra de Medio Oriente de 1967. Los palestinos quieren establecer un Estado en estos territorios con Jerusalén Oriental como su capital.
(Bin)