Una novedosa forma de abordar las molestas polillas del pino, una plaga común que causa serios daños a los bosques, ha demostrado su eficacia desde que los aldeanos de un distrito del norte de China recogen las pupas y las transforman en una exquisitez para los comensales.
No ha habido ninguna epidemia de polillas en los últimos años en la Finca Forestal de Huangtuliangzi, la segunda más grande de su tipo en la provincia de Hebei, dijo Chi Mingfeng, director del bosque estatal.
Al menos una décima parte de la finca forestal de 14.000 hectáreas solía verse afectada por la plaga, señaló Chi. "Cuando la epidemia era seria, un gran número de árboles quedaban deshojados en cuestión de días".
Hace una década, Chi se enteró que las pupas pueden comerse. Entonces envió algunas al Centro de Inspección y Supervisión de la Calidad de la Carne del país, donde las pruebas mostraron que son una rica fuente de nutrientes.
La finca pronto se convirtió en una fábrica de procesamiento de pupas con capacidad de 50 toneladas anuales. Los aldeanos empezaron a recolectar las pupas en el bosque y las vendieron a la fábrica. Es una buena fuente de ingresos para ellos.
"Cada vez se encuentra menos pupas en los alrededores, de modo que ahora las compramos en Mongolia Interior y Liaoning", dijo Chi.
Actualmente, China tiene 12 millones de hectáreas de bosques que sufren los estragos de las plagas todos los años, lo que causa pérdidas económicas directas de más de 100.000 millones de yuanes, indicó la Administración Estatal de Silvicultura.
ENR