En el artículo indicó que si bien se desaceleran las actividades en los sectores manufacturero y de construcción de China, se mantiene la tendencia a la alza estable en la inversión en infraestructura, el consumo, y los servicios, todo lo cual refleja que el país asiático es capaz de realizar la transformación económica a través de la reducción de la dependencia de la exportación e inversión y la búsqueda de nuevos motrices del crecimiento en el consumo y servicios.
Según Rhee Chang-yong, China dispone de suficiente espacio político para enfrentar la ralentización abrupta de la economía. El gigante asiático debe adoptar medidas de reequilibrio y de acuerdo con las demandas, tales como la promoción del consumo, especialmente el fomento del apoyo a los grupos sociales de menos capacidad adquisitiva, y evitar volver a tomar el camino de estimulación de la inversión por medio crediticio.
LXQ/Raúl