La avalancha se produjo por razones que aún se desconocen en una zona de tránsito entre los campamentos de los peregrinos y el puente Jamarat, lugar desde el que los musulmanes lapidan simbólicamente a Satanás.
En esta zona ya se han registrado avalanchas con muertos en otras ocasiones, lo que llevó a las autoridades saudíes a ampliar el puente para facilitar el tránsito y evitar nuevos desastres.
El líder supremo de Irán, Ali Jamenei, reiteró su exigencia de responsabilidades a Arabia Saudí por la muerte de centenares de peregrinos en la avalancha humana y pidió a Riad que se "discuple" ante toda la comunidad islámica.