De acuerdo con el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, en los últimos 50 años, los días y noches calurosos y las olas de calor se han vuelto más frecuentes. La longitud, frecuencia e intensidad de las olas de calor posiblemente aumentarán más en las áreas terrestres este siglo.
Además del impacto en la salud, las olas de calor ejercen una mayor presión sobre la infraestructura como energía, agua y transporte.
Tan sólo en las semanas recientes, la India y Pakistán han sido afectadas por olas de calor mortales que han matado a cientos de personas. Europa, Francia y España emitieron esta semana alertas ámbar por calor. La temperatura en Córdoba, en la península ibérica, alcanzó los 43,7 grados Celsius el domingo.
"Las olas de calor son un riesgo natural peligrosos y uno que requiere una mayor atención", dijo Maxx Dilley, director de la sección de predicción y adaptación climática de la OMM.
Los riesgos de salud relacionados al calor se pueden reducir mediante el desarrollo de sistemas de alerta oportuna de calor que ofrecen predicción meteorológica y climática con base en información sobre la posibilidad de un clima caliente próximo que pueda afectar la salud.
Esta información es usada para alertar a autoridades, servicios de salud y público en general para que actúe de manera oportuna para reducir los efectos de los climas de calor extremo en la salud
Varios países en todo el mundo han desarrollado con éxito estos sistemas de alerta oportuna que requieren de una coordinación estrecha entre los servicios de salud y meteorológicos.
La guía de la OMM y la OMS pretende promover un desarrollo e implementación más extensas de estos sistemas de alerta.
Noel