El ministerio dijo que entre los muertos hay nueve elementos del personal del Ejército Nepalés, cuatro de la Policía Nepalesa y uno de la Fuerza de la Policía Armada, cuatro servidores públicos y 54 extranjeros. Las regiones más afectadas como Gorkha han estado esperando más ayuda.
Las misiones de rescate no han podido llegar a esas áreas remotas por las obstrucciones al tránsito en las carreteras.
La escasez de alimentos y agua potable, así como la mala situación de salubridad, son una amenaza para los miles que viven en tiendas de campaña improvisadas.
Algunos residentes en Katmandú han comenzado a regresar a sus casas. Los esfuerzos para recuperar cuerpos de entre los escombros continúan a pesar de que las esperanzas de hallar más supervivientes se desvanecen.
Liang