Cecilio cayó desde cinco metros de altura mientras exploraba la cueva, donde quedó herido a 400 metros de profundidad en una cueva que tiene unos 2.000 metros de largo.
El ascenso del español, mediante camillas, arneses y sogas, se hizo por etapas, debido a las condiciones topográficas de la caverna y el sumo cuidado para evitar cualquier riesgo.
En el transcurso del rescate, se le brinadaron los primeros auxilios, alimentos, agua y medicinas, así como velando por su seguridad ante una temperatura de menos de 10 grados Celsius.
Unos 50 brigadistas, de diversas nacionalidades, jalaron la cuerda que aseguraba la camilla; López, que prácticamente está inmovilizado por haberse lesionado la columna vertebral.
El espeleólogo recibió atención médica especializada y fue trasladado en helicóptero con dirección al hospital de la región Amazonas (norte).
López, a pesar de su delicado estado físico, mantiene el buen ánimo y mediante un blog de la Federación Madrileña de Espeleología, agradeció a todos quienes apoyaron su rescate y pidió tranquilidad a sus familiares.
Cecilio sufrió el accidente durante una expedición del grupo Espeleokandil, con el que realizaba exploraciones periódicas en un grupo de cuevas del norte de Perú que contienen restos arqueológicos de la cultura prehispánica chachapoyas.
(Bin)