Róger Emilio Darce Flores, de 35 años, fue el primero de los 20 mineros en salir a la superficie provocando una explosión de júbilo entre parientes, amigos y curiosos que esperaron ansiosos el final de lo que pude ser una de las mayores tragedias de la historia de la minería nicaragüense.
En medio de un espontáneo jolgorio, Darce Flores fue conducido inmediatamente a un hospital de campaña instalado por las autoridades sanitarias en las inmediaciones del viejo mineral, donde recibió los primeros auxilios médicos.
Según los reportes desde el poblado de Bonanza, uno de los tres pueblos mineros del Caribe Norte de Nicaragua, los mineros salieron "sanos y salvos" de las profundidades de la vieja mina, que desde hace varios años había sido abandonada por las empresas mineras que operan en la zona.
De esta forma concluyó el drama que vivieron el grupo de pequeños mineros artesanales, que obligó al Ejército de Nicaragua, la Defensa Civil y el Sistema Nacional de Prevención, Mitigación y Atención de Desastres, junto a la Cruz Roja y el Cuerpo de Bomberos, a movilizar brigadistas a la zona, y copó la atención de la opinión pública nicaragüense.
Poco después del mediodía, la portavoz presidencial, Rosario Murillo, confirmó que el gobierno solicitó apoyo de Honduras para apoyar las labores de rescate de los operarios y recurrió a la experiencia de países como Chile y Venezuela para diseñar el plan de rescate de los obreros soterrados.
El grupo inicial que quedó soterrados tras un derrumbe provocado por las copiosas lluvias que cayeron en la zona, era de 25, pero dos fueron rescatados la noche del jueves y tres lograron salir por cuenta propia.
El gobierno envió a la zona de las operaciones de rescate al vice ministro de Gobernación, Carlos Najar, y al secretario político del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) para la región del Caribe, Lumberto Campbell, quienes dirigieron en el lugar las exitosas operaciones.
(Bin)