Los rebeldes sirios denunciaron el lunes que el ejército del gobierno ha utilizado armas químicas en Zamalka por tres días consecutivos, lo que ha dejado un saldo de decenas de personas muertas y heridas, incluyendo mujeres y niños. Sin embargo, Walid al Moallem, ministro de Relaciones Exteriores de Siria, rechazó la acusación.
El canciller también declaró que su gobierno es "serio" acerca de su participación en la próxima conferencia de Ginebra sobre Siria con el fin de construir una "verdadera colaboración" pero no entregará el poder a otros grupos.
Mientras tanto, La Unión Europea adoptó una estrategia conjunta para tratar el conflicto en Siria en un nuevo intento de contribuir a frenar la "más dramática situación humanitaria a la que se enfrenta el mundo", que se está "deteriorando drásticamente".
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia dijo que la reciente reunión en Doha (Qatar) del llamado grupo Amigos de Siria ha generado "serias preocupaciones". La cancillería rusa subrayó que el apoyo militar sin límites a la oposición siria contradice por completo los esfuerzos para buscar una solución política ahí. (lai/Gaby)