De acuerdo con cifras oficiales, en la actualidad existen en Cuba 396 instituciones educacionales dedicadas a alumnos con discapacidades de diversa índole, y en ellas laboran unos 15.000 profesionales.
Ese programa beneficia a escolares que presentan diagnóstico de retraso mental, retardo en el desarrollo psíquico, autismo y trastorno del lenguaje.
También favorece a menores que padecen de ceguera, baja visión, sordera, limitaciones físico-motoras, son hipoacúsicos o presentan trastornos de conducta.
La educación especial en la isla incluye las clases a domicilio impartidas por los educadores en los hogares de los estudiantes que por sus limitaciones físico-motoras o de otra índole no pueden asistir a estas escuelas, y también llevan lecciones a los educandos que permanecen mucho tiempo en centros hospitalarios.
Según datos oficiales, antes del triunfo de la Revolución, el 1 de enero de 1959, en la isla antillana sólo existían ocho escuelas para la Educación Especial, con 20 maestros y una matrícula de 134 alumnos.