La AIE indicó que "actualmente, el mundo no va por el rumbo correcto en relación con el ambicioso objetivo de limitar los aumentos en la temperatura mundial a dos grados Celsius sobre el nivel preindustrial" como se acordó el año pasado, señaló la organización.
Tras reconocer los pasos positivos de la cumbre de Copenhague, Nobuo Tanaka, director ejecutivo de la AIE, agregó que "la cuestión que estamos abordando ahora es la manera de movilizar de manera efectiva a todo el sector energético para abatir las emisiones a nivel global".
De acuerdo con los datos de la AIE, las emisiones de CO2 relacionadas con la energía se ubicaron en el 2008 en un 40 por ciento por arriba de los niveles de 1990, seguidas por una pausa global en el 2009 debido a la recesión económica, pero el vigoroso crecimiento en las economías emergentes siguió elevando la demanda de energía junto con las emisiones.
La organización predijo en su Panorama Energético Mundial (PEM) publicado el mes pasado que las emisiones globales "se elevarán en 21 por ciento por arriba de los niveles de 2008 para el año 2035, una tendencia que comprometerá al mundo a un calentamiento de 3,5 grados Celsius".
El informe de PEM también apuntó hacia el fin de la era de la energía barata y hacia signos claros de una transición energética ahora en curso.
Cualquier nueva demora en la acción tendrá como consecuencia un mayor costo para revertir la tendencia de deterioro del cambio climático, dijo Tanaka en el boletín de prensa, y pidió a los países que sigan las mejores prácticas y pautas que conduzcan a "un camino efectivo en términos de costo y de reducción sostenible de emisiones".
La coordinación internacional encaminada a objetivos más ambiciosos, así como los esfuerzos sostenibles de política nacional, deben ser tomados en cuenta para la seguridad energética y el bienestar económico de los países desarrollados y en desarrollo, dijo Tanaka.