COP16: Bolivia espera con "expectativas muy grandes" Cumbre de Cancún
Save and Share Tamaño de texto   2010-11-26 13:59:56 XINHUA-CRI
Para Bolivia las expectativas son muy grandes en la próxima Cumbre del Cambio Climático en Cancún, afirmó hoy el embajador de Bolivia en México, Jorge Mansilla.

Es el momento de que organizaciones ecologistas, movimientos sociales y las vanguardias indígenas, hagan sentir su voz, señaló el diplomático en entrevista con Xinhua, realizada en su despacho en esta capital.

Mansilla dijo que en Cancún hay que dar un paso importante porque va a ser también la Cumbre de los Pueblos, y es otra ocasión para que las propietarias de la tierra expresen su voz, en un evento tan magno como va a ocurrir a partir del 27 de noviembre.

Recordó que en abril de este año, Bolivia fue el país receptor de 32 mil personas de 107 comunidades de igual número de naciones que se concentraron en la Primera Conferencia de los Pueblos por el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, en la zona de Tiquipaya, en la ciudad de Cochabamba.

Ahí se reunió esa cantidad de gente de todo el mundo y durante una semana en 17 mesas discutieron las opciones que tiene la humanidad en esta critica, "hora caótica en que están llevándonos a la bancarrota biológica a la destrucción del planeta tierra los intereses del capitalismo".

Expresó que el capitalismo es señalado como el mayor culpable del deterioro de la vida humana, del brutal cambio climático que sufre la humanidad en el "aparentemente indetenible calentamiento global que está comenzando a padecer el planeta".

"No nos gusta sentirnos víctimas sino protagonistas del cambio. No estamos para quejarnos sino para proponer soluciones y la Conferencia de Cochabamba fue un portal, de donde surgió el Acuerdo de los Pueblos por el Cambio Climático y por los Derechos de la Madre Tierra", comentó.

El diplomático explicó que están contra el calentamiento global y contra esa práctica nociva que es "poner a la naturaleza en el mercado, mediante los bonos por carbono".

Explicó que no puede ser que los países más contaminantes compren o alquilen terrenos, tierras forestales, sitios biológicos, ecosistemas todavía puros y den un dinero para que ellos sigan contaminando a cambio de un dinero y las comunidades indígenas cuiden ese espacio todavía no contaminado.

"Ese trueque nos parece un chantaje, una forma bastarda de querer purificarse, es como si los pecadores tuvieran una casa de fiesta, de violencia, de todos los vicios y para tranquilizar sus conciencias, dieran una limosnita para que en otras casas haya orden...se cuide el clima, la naturaleza, agua y aire", indicó.

"Es una forma burda, muy al estilo del capitalismo, de querer poner a Pachamama (del aymara y quechua: madre tierra) al mercado como si fuera un objeto de venta. Simple y sencillamente estamos en desacuerdo en este tipo de propuestas, son hasta insultantes", expresó.

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