"Los pueblos originarios del continente hemos decidido que el mandatario boliviano sea nuestro portavoz ante la cumbre presidencial para hacerles llegar nuestras demandas y propuestas", dijo a Xinhua el presidente de la Federación de Ayllus de Ayacucho Perú, Marino Barrios.
El dirigente indígena precisó que los representantes de los 34 países de las Américas que se reunieron en Panamá definieron a Morales como el mejor interlocutor ante los gobiernos para que se respeten sus derechos a la autonomía, a la autodeterminación y el respeto de sus culturas.
Según Luis Toro, funcionario de la Organización de Estados Americanos (OEA), que patrocinó este encuentro, afirmó que los acuerdos adoptados en esta reunión serán presentados ante los presidentes americanos en una sesión especial el próximo viernes.
"Actualmente, nosotros como OEA, también tenemos un proyecto de declaración sobre los derechos de pueblos indígenas, que un grupo de trabajo viene elaborando desde 1990 en la redacción de dicho documento", destacó.
La III Cumbre de Líderes Indígenas de las Américas se desarrolló en Panamá del 14 al 15 de abril con el lema: "Implementando los Derechos de los Pueblos Indígenas de las Américas para las Generaciones Presentes y Futuras".
"Nuestros derechos deben ser reconocidos, respetados, protegidos, promovidos e implementados por los pueblos indígenas, la OEA y sus miembros, y otras agencias e instituciones regionales, nacionales e internacionales", anotó la declaración final.
Otro de los puntos acordados fue la necesidad de que se reconozcan los sistemas de gobierno, instituciones originarias, la historia oral, el derecho tradicional, los ceremoniales religiosos y los derechos a la propiedad intelectual.
Pidieron también respeto a "los derechos sobre las tierras, los territorios y los recursos naturales, que tradicionalmente hemos poseído, utilizado, ocupado o adquirido de otra forma, incluyendo el derecho a preservar la integridad y la capacidad productiva de nuestras tierras, aguas y alimentos".
Asimismo, los líderes indígenas del continente demandaron la libertad a ejercer sus derechos civiles, políticos, incluyendo la plena participación en todos los espacios nacionales, regionales e internacionales, y el derecho a no ser objeto de crímenes contra la humanidad.
Finalmente, puntualizaron la necesidad de reafirmar sus aspiraciones económicas, sociales y culturales, incluyendo la seguridad alimentaria, a un nivel de vida, de salud y educación en sus propios idiomas maternos y el libre acceso a sus sitios sagrados.