CH: En este foro se está hablando de la necesidad de establecer un mecanismo de cooperación para el control de la desertificación. ¿Cómo debería ser ese mecanismo?
JLRZ: Tenemos la Convención contra la Desertificación que es una de las llamadas "hermanas" de la Cumbre de Río, junto con el Cambio Climático y la Biodiversidad. El problema es que en la Convención contra la Desertificación ha habido menos financiación, menos interés político, y tampoco ha habido un panel de expertos de la dimensión e importancia que ha tenido el Cambio Climático, a pesar de que la desertificación es uno de los factores que más contribuye al cambio climático. Tenemos que pasar a una nueva etapa después de la Asamblea General de las Naciones Unidas a realizarse el próximo septiembre de 2015, con la aprobación de los objetivos del Desarrollo Sostenible. Además, con el documento que se acaba de aprobar en Addis Abeba, Etiopía, sobre el nuevo marco de la financiación del Desarrollo vendrá un periodo de incremento de la financiación de la Convención sobre la Desertificación. Será un periodo de coordinación de los bancos de desarrollo, de condicionamiento ecológico en la financiación de proyectos por parte de los bancos de desarrollo (como el Banco Africano, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial) y, además, será un periodo donde habrá un nuevo tipo de alianzas de colaboración financiera entre el sector público y el privado, o entre el sector privado y los bancos de desarrollo. Esos son los cambios que el nuevo proceso de los objetivos del Desarrollo Sostenible impulsará para la lucha contra la desertificación a partir de septiembre de 2015.
Imágenes de teleobservación por satélite del desierto de Kubuqi en 2000 (izq.) y 2010 (der.).
CH: Su país, España, tiene amplia experiencia en el uso de energías renovables, especialmente la energía eólica. De hecho, algunas empresas españolas, como Gamesa, Ehn-Acciona e Isofon, ya han realizado proyectos en China. Eso coincide con el objetivo chino de cambiar su matriz energética y pasar de usar carbón a usar energías renovables. ¿Qué otras posibilidades de cooperación ve en este campo?
JLRZ: España tiene dos ámbitos de liderazgo en cuanto a desarrollo tecnológico: uno es sobre energía eólica y energía solar fotovoltaica que en el desierto de Kubuqi tiene una dimensión espectacular. Tenemos empresas líderes y hemos llegado a tener, por momentos, el 50 % de la electricidad que se usa en nuestro país suministrada por energías renovables o alternativas. Hay empresas españolas, como las que usted menciona, que siguen apostando por China, aunque este país ahora tiene un desarrollo propio muy importante.
El segundo sector que me interesa señalar es el de la gestión integral del agua. El agua es, quizás, el recurso más apreciado y escaso que tenemos. España tiene empresas que han logrado una poderosa innovación energética en el tratamiento, ahorro, desalinización y en el regadío eficiente y económico porque el 18 % de nuestra tierra tiene un riesgo medio o alto de desertificación, y hemos tenido que hacer un gran esfuerzo tecnológico en la gestión del agua. Creo que es uno de los elementos que hay que resaltar extraordinariamente. La lucha contra la desertificación es, por supuesto, la reforestación, pero también implica una nueva visión sobre la administración del agua. En eso, España es también líder y ya ha tenido experiencias importantes de cooperación como el Fondo Latinoamericano del Agua que aprobamos en 2007, bajo mi Gobierno. Esta iniciativa surge de la colaboración publico-privada, así como de la colaboración con un banco de desarrollo como es el BID que gestiona una parte importante de este fondo y está permitiendo a más de tres millones de latinoamericanos acceder a agua potable.