El Buró Nacional de Estadísticas (BNE) de China anunció este jueves que el Indice de Precios al Consumidor (IPC) de China, uno de los principales indicadores de la inflación, subió al 2 por ciento en agosto frente al mismo periodo del año pasado, el nivel más alto registrado en 2015.
En una base mensual, los precios al consumidor ascendieron en agosto un 0,5 por ciento.
El subdirector del departamento de consulta del Centro de intercambio económico internacional de China, Wang Jun, atribuyó el incremento a los precios más altos de los alimentos, incluidas las verduras y la carne de cerdo.
El gobierno chino tiene como objetivo mantener la inflación al consumidor en torno al 3 por ciento en 2015.
Este Buró Nacional de Estadísticas anunció además que los precios al productor de China continuaron bajando en agosto, lo que indica riesgo de deflación.
El Indice de Precios al Productor (IPP), una medida de los costes de las mercancías a la salida de fábrica, cayó un 5,9 por ciento interanual en agosto, ampliándose con respecto a la reducción del 5,4 por ciento registrada el mes anterior.
La lectura de agosto es la más baja desde finales de 2009, y supone el 42º mes consecutivo de reducciones.
Específicamente, los precios de los materiales de producción disminuyeron en un 7,7 por ciento, mientras que los bienes de consumo bajaron un 0,8 por ciento.
Durante los primeros ocho meses, el IPP bajó un 4,9 por ciento interanual de media. En una base mensual, el índice descendió un 0,8 por ciento en agosto.
El investigador especial de la oficina de consulta del Consejo de Estado, Yao Jingyuan, atribuyó la contracción del IPP principalmente a la caída de los precios de los productos industriales y a la reducción de costes en la producción de petróleo y gas natural.
El comercio exterior en agosto disminuyó en un 9,7 por ciento interanual hasta los 2,04 billones de yuanes (equivalentes a 320.800 millones de dólares), indicando una débil demanda. Las exportaciones cayeron un 6,1 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior para situarse en 1,2 billones de yuanes, mientras que las importaciones se redujeron en un 14,3 por ciento hasta los 836.100 millones de yuanes, según las cifras oficiales.
La compañía de valores Huatai Securities ha pronosticado que la caída del IPP se reducirá en septiembre gracias a la ralentización de la caída de los precios de las materias primas.
También este jueves, el Ministerio de Comercio de China reveló que la inversión extranjera directa (IED) en la parte continental de China subió un 22 por ciento interanual en agosto hasta los 8.710 millones de dólares.
El crecimiento se aceleró respecto al del 5,2 por ciento de julio, gracias a que la inversión en la industria de servicios de alta tecnología registró un significativo incremento.
En los primeros ocho meses, la IED, que excluye la inversión en el sector financiero, se situó en 85.340 millones de dólares, lo que supone un aumento del 9,2 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, según el ministerio.
La inversión extranjera en el sector servicios creció un 20,1 por ciento y, en concreto, la en el de servicios de alta tecnología experimentó un fuerte aumento del 59,1 por ciento hasta los 5.510 millones de dólares.
El sector manufacturero de alta tecnología atrajo 6.570 millones de dólares de inversión extranjera en los primeros ocho meses, un aumento del 9,9 por ciento.
Las inversiones procedentes de Hong Kong, Francia y Macao registraron un rápido crecimiento, mientras que la de la Unión Europea se incrementó en un 14,4 por ciento y alcanzó los 5.120 millones de dólares.
El ministerio también indicó que el número de negocios extranjeros que concluyeron o redujeron la inversión en China continuó cayendo, disipando las preocupaciones sobre que el capital extranjero está saliendo del país a causa de las crecientes incertidumbres.
China está luchando contra la desaceleración del sector inmobiliario, el exceso de capacidad industrial y la debilidad de la demanda y las exportaciones, factores que lastraron el crecimiento hasta situarlo en el 7 por ciento en la primera mitad del año.